Jose Vargas
Países de primer mundo como Estados Unidos, China y Reino Unido han logrado reducir entre el 30 y el 50% el dinero invertido en iluminación urbana, esto gracias a su apuesta por la iluminación inteligente. Para el año 2026 se estima que el 42% del alumbrado público a nivel mundial sea inteligente; sin embargo, para lograr esto, es indispensable contar con una red sólida capaz de soportar diversos softwares y que no quede obsoleta en un futuro cercano, de esta forma se gestionarán con mayor eficiencia las horas de luz artificial, ahorrando dinero y consumo de energía.
Para utilizar de forma óptima la iluminación inteligente las ciudades deberán contar con una infraestructura que soporte tendencias de iluminación inteligente, como la creciente Internet de las Cosas (IoT), la cual exige infinidad de dispositivos conectados. Estas tendencias a su vez las obligará a contar con una plataforma que permita gestionar dichas redes y gadgets de forma eficiente para evitar problemas que afecten el funcionamiento de las mismas.
De acuerdo a Rafael Velásquez, Director General de ERA Telecomunicaciones, un sistema de Iluminación Inteligente eficiente permiten tener un control de encendido y apagado en horarios determinados; las soluciones también permiten ajustar la intensidad de iluminación y sensores de movimiento para una mejor adaptación al ambiente y necesidades.
No obstante, ese es solo el primer paso en la transición en cuanto al alumbrado público se refiere; otro reto al cual se enfrentan las entidades gubernamentales para iluminar las ciudades es el crecimiento poblacional de las mismas. Ya no basta con llenar de luz puntos céntricos, sino que ahora deben llevar la luminotecnia a otros sectores ya que según estudios realizados por KPMG y Siemens, cerca del 80% de la población mundial residirá en las urbes para el año 2050.
“Existe un aumento en el interés en la iluminación LED que utiliza menos energía que otras alternativas, como las fluorescentes. Y también hay soluciones como smartengine que extiende esos ahorros controlando remotamente cada luz, asegurando que las luces solo estén encendidas cuando sea necesario”, destacó Velásquez.
Para administrarlo, se debe recurrir a los Sistemas de Gestión Automatizada de Infraestructura, con los cuales es posible identificar fallas en las lámparas y agilizar las medidas de esos contratiempos, con la intención de minimizar el tiempo de inactividad; realizar todas estas acciones de manera análoga es mucho más laborioso y tardado, y esa tardanza puede incluso llegar a agravar los problemas de red que pudieran afectar las luminarias LED que funcionarán con gran intensidad y bajo consumo eléctrico.
“Con la cantidad tan abrumadora de dispositivos que requieren conexión a la red, es ya un requisito automatizar la gestión y monitoreo de sus redes; para esto se requieren soluciones innovadoras de Gestión Automatizada de Infraestructura (AIM) como imVision. Al proveer información y visibilidad de la capa física de su red y todos los dispositivos conectados a ella, imVision permite a los administradores de red aprovechar al máximo tanto su infraestructura, como el enorme potencial de la IoT para su negocio”, concluyó Velásquez.
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