Luego de la adquisición por US$28.000 millones el año pasado, la compañía presentó HyperShield, una innovadora arquitectura de seguridad.
Cisco Systems ha revelado un nuevo producto de arquitectura de seguridad destinado a proteger los centros de datos, nubes y otros entornos de TI con la ayuda de la inteligencia artificial.
HyperShield utiliza inteligencia artificial para proteger aplicaciones, dispositivos y datos en centros de datos públicos y privados, nubes y ubicaciones físicas, según un comunicado de prensa de la compañía.
El producto sigue a la adquisición por US$28.000 millones de Splunk el año pasado, una empresa de ciberseguridad que compite con empresas como DataDog, Elastic, SolarWinds y Dynatrace. Su lanzamiento también se basa en la asociación de Cisco con Nvidia en la gestión y seguridad de la infraestructura de inteligencia artificial.
Cisco quiere demostrar ser un jugador serio en el ámbito de la inteligencia artificial en un momento en que gigantes como Microsoft, Google y Amazon están gastando miles de millones para convertirse en líderes en este campo.
Otras marcas también se están moviendo en una dirección similar. Hewlett Packard Enterprise anunció recientemente nuevas integraciones de modelos de inteligencia artificial para su división de redes Aruba, mientras que VMWare de Broadcom lanzó una herramienta que permite a las empresas utilizar productos de inteligencia artificial generativa de manera segura en términos de privacidad.
Hypershield actúa como un "tejido", en lugar de una "valla", brindando a los trabajadores cibernéticos una mejor visibilidad de las vulnerabilidades de software en las aplicaciones. El producto cuenta con una función de segmentación autónoma destinada a ayudar a las empresas a evitar vulnerabilidades y brechas. Permite que la inteligencia artificial de Cisco divida una red informática en partes más pequeñas para mejorar el rendimiento y la seguridad.
Otra característica, llamada actualizaciones de autoevaluación, permite a las organizaciones automatizar el proceso de prueba e implementación de actualizaciones.
Actualmente, se tarda aproximadamente cuatro días en descubrir una vulnerabilidad de red antes de que se explote, y el tiempo necesario para solucionarla es aún más largo, con un promedio de 45 días. Se necesitan nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para identificar y solucionar vulnerabilidades en minutos en lugar de días.
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