Giovanni Cordero
El anuncio fue dado en el South by Southwest Festival 2018, el cual se desarrolló en Texas, Estados Unidos. Ahí, le empresa ICON, pionera en la impresión en 3D reveló los datos sobre el proyecto que esperan llevar a El Salvador a finales de este 2018, y habilitó en su página web un espacio para dar a conocer en qué consiste la construcción de casas con impresión 3D.
“Las casas de cemento que puede construir la impresora 3D Vulcan en menos de 24 horas pueden medir entre 600 y 800 pies cuadrados. Costaría menos de $4,000 edificar cada una de ellas”, explicó un representante de ICON durante el festival.
Al proyecto se le suma la colaboración de la ONG New Story, organización que a lo largo de los años ha ayudado por medio de métodos convencionales la construcción de 850 viviendas entre México, Haití, El Salvador y Bolivia.
ICON, compañía que también trabaja en la solución de este tipo de problemas de vivienda, creen que el modelo que crearon para imprimir rápidamente casas en 3D puede brindarles no sólo un techo a quienes lo necesitan, sino un gran lugar para vivir.
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New Story actualmente se encarga de impulsar la campaña para encontrar financistas de las viviendas. La fecha límite para recaudar el dinero en es hasta el 31 de mayo de este 2018.
Igual que la impresión de 3D de pequeña escala, el sistema funciona agregando material, capa por capa. En este caso el material es mortero, similar al concreto. El alto y ancho de la casa está limitado por el tamaño de un enorme marco metal que opera autónomamente cuando se le dan instrucciones.
El robot sigue los planos creados utilizando un software de diseño CAD típico. Esto significa que los propietarios pueden crear sus propios diseños o elegir uno de una base de posibles configuraciones.
Pero la atención por ahora está centrada en los más necesitados, pero las casas, sin embargo, no serán un donativo.
Estas implican un pago de unos 30 dólares al mes por parte de sus ocupantes, ya que el proyecto no busca solo regalar el hogar y esperar que todo salga bien, sino que también empuja al individuo a buscar empleo. Según el Ministerio de Economía del país, el salario mensual promedio en las zonas rurales de El Salvador es de unos $360 al mes, y los alquileres pueden superar por mucho esta cifra, por lo que la oportunidad de tener un hogar humilde a solo $30 mensuales puede darle esperanza a muchas familias.
Esto no solo significa un muy bajo costo para los inquilinos, sino también el asegurar el mantenimiento de las estructuras, ya que las empresas benefactoras espera utilizar los fondos recolectados por esta hipoteca para mantener los hogares y poder seguir creando donando más.
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