En la actualidad, incorporar la tecnología a la formación académica aporta diversos beneficios que ayudan a mejorar la eficiencia y la productividad en el aula, así como aumentar el interés de los niños y adolescentes en las actividades académicas.
Rob Curtin, director mundial de Educación Superior de Microsoft desde hace tres años, ha considerado que “las instituciones innovadoras ya están usando la nube inteligente para escalar experiencias de aprendizaje altamente personalizadas que más allá de la cobertura, mejoren la calidad”.
Por ejemplo, en Nicaragua, 300 docentes de Tecnología Educativa culminaron con éxito el Curso de Robótica Educativa de Comtech, el cual les sirvió para adquirir habilidades para la solución de problemas, creatividad y pensamiento crítico.
De igual manera, 30 apps educativas y 21 libros de textos digitales de secundaria estarán disponibles en 29 088 tablets y en 741 aulas digitales móviles, para que docentes y estudiantes de secundaria las utilicen en clases y para la formación académica.
“Las aplicaciones educativas corresponden a contenidos de ciencias, anatomía humana, biología, fórmulas de matemática, diccionarios de español e inglés, mapas del mundo, mapas de américa, elementos de la tabla periódica, películas educativas, para promover el dominio de ciencia y tecnología desde aprendizajes“, informó el Ministerio de Educación (Mined) en comunicado.
No obstante, este tipo de enseñanzas no es suficiente. Para los estudiantes, conocer diversas áreas tecnológicas puede resultar una manera sencilla de escoger su formación pensando en la empleabilidad a futuro. Es decir, de asegurarse de elegir una carrera que efectivamente tenga demanda en el mercado 4.0 que avanza con gran velocidad.
Conocer lo básico sobre informática, ingeniería de sistemas de telecomunicación, Internet de las cosas, normativa digital y Big Data, son algunas de las opciones que deben tomar en cuenta las escuelas.
En el caso de Nicaragua, Diego Muñoz Latino, Secretario General de la Universidad Nacional de Ingeniería, indica que, a pesar de que existen programas de robotización, no todas las entidades educativas tienen acceso a estas para la formación académica.
Las instituciones inmersas en el mundo de la tecnología, como la Fundación Zamora Terán, tienen plataformas que benefician a 172 escuelas, compartiendo los conocimientos necesarios en programación en bloque (Scratch), que permite a los estudiantes la articulación con robótica y su aprovechamiento en el proceso educativo. En 2018 se ha beneficiado a más de 300 niñas y niños de diferentes escuelas.
Por otro lado, el año pasado apenas se realizó la segunda Olimpiada Nacional de Robótica, donde colegios y universidades expusieron robots que son construidos por estudiantes; sin embargo Muñoz afirma que hace falta que muchas escuelas privadas y públicas adopten en sus pensum este tipo de enseñanzas para la formación académica.
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