Adrián González
Sin fronteras. La conectividad global se fundamenta en cables submarinos que se reparten por diversos países y espacios oceánicos. Sin embargo, los cables de fibra óptica terrestres son un complemento único y absolutamente necesario para globalizar dicha conectividad. ¿Qué aspectos son imprescindibles para unificar Latinoamérica en una sola red? Varios aspectos entran en juego, los cuales UFINET ha hecho frente uno a uno a lo largo de los años.
Eduardo Palacios, Country Manager de UFINET Costa Rica, explicó que en primer lugar hay que estudiar los marcos regulatorios a nivel nacional, regional y municipal de cada país que implicarían realizar el proyecto para solicitar las licencias, derechos de paso y autorizaciones necesarias para avanzar. Asimismo, es importante medir los sitios de principal demanda de servicios, estimaciones de consumo de ancho de banda, proyecciones a futuro y rutas alternas en caso de eventos climáticos o falta de energía para planificar y diseñar las ubicaciones del proyecto.
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Por otro lado, desde el punto de vista de las finanzas en la ejecución de un esquema de despliegue de fibra óptica, cada proyecto suele requerir una inversión intensiva en insumos, así como en mano de obra, por lo que hay que priorizar aquellos centros donde el retorno de capital es más rápido. Para aquellos centros con rentabilidades mínimas también es posible conseguir subvenciones gubernamentales en algunos casos”, informó el entrevistado.
Por otra parte, las circunstancias fuera de control de la red pueden tener un impacto en las operaciones. Un ejemplo sucedió en julio de 2017, en donde una falla eléctrica en Panamá detuvo el flujo eléctrico en Costa Rica y Nicaragua. Sin embargo, Palacios explicó que gracias a que actualmente la red regional de UFINET cuenta con una red local independiente, por lo que los inconvenientes con origen en un determinado país no afectan en la operación de otro. “Específicamente, con una falla de energía, todos nuestros POP´s cuentan con redundancia eléctrica para un respaldo de hasta de 24 horas, con posibilidad de instalación de plantas eléctricas adicionales para un respaldo continuo”, mencionó Palacios.
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Ventajas
Para Palacios, existen diversas ventajas que ofrece la incorporación de una red terrestre latinoamericana a los operadores de fibra óptica, dentro de las cuales el experto mencionó cuatro muy importantes:
–Latencia: es decir, el tiempo que tarda un paquete mínimo de datos en movilizarse de un punto A hasta un punto B de nuestra conexión. “Por ejemplo, el tiempo que tarda un buscador como Google en entregar la información solicitada a un teléfono móvil o computadora”, mencionó Palacios.
– Velocidad: en pocas palabras es la cantidad de información que un equipo o página web es capaz de descargar en un segundo. Entre menor es la distancia, menor es el tiempo.
– Mantenimiento: es más sencillo y menos costoso en la modalidad terrestre que en la submarina.
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-Protección: la red de fibra óptica terrestre se encuentra protegida por múltiples anillos, los cuales convergen en nodos. Según el experto, esto le permite, en caso de un incidente, utilizar rutas alternas de forma tal que, si una conexión cae, la otra levanta de inmediato.
Camino por recorrer
Por último, el entrevistado comentó que los retos para concretar un proyecto de tal escala son diversos: en primer lugar, la inversión en planificación y mantenimiento, seguidamente la construcción en terrenos complicados como por ejemplo la frontera entre Panamá y Colombia. De la misma manera, las nuevas regulaciones de las telecomunicaciones y los derechos de uso del suelo son desafíos por afrontar.
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