En un momento crucial de transición hacia una economía de energía limpia, esta inversión destaca el compromiso de Estados Unidos en fortalecer la ciberseguridad de sus sistemas energéticos distribuidos.
El Departamento de Energía (DOE) de Estados Unidos ha destinado una inversión de US$30 millones para fortalecer la ciberseguridad de las energías limpias. De acuerdo con PV Magazine la medida fue anunciada por el subsecretario de Infraestructuras del DOE, David Crane, y tiene como objetivo avanzar en la investigación, desarrollo y demostración (RD&D) de soluciones cibernéticas que salvaguarden los sistemas de recursos energéticos distribuidos (DER) de posibles ciberataques.
Crane destacó la importancia estratégica de la infraestructura de suministro de energía para la seguridad nacional y la economía del país. "Esta financiación impulsará el desarrollo de tecnologías cibernéticas de nueva generación que mantengan a nuestro país a la vanguardia de la innovación, protegiendo al mismo tiempo nuestras infraestructuras energéticas de las crecientes amenazas cibernéticas", afirmó.
La iniciativa estará bajo la supervisión y financiamiento de la Oficina de Ciberseguridad, Seguridad Energética y Respuesta a Emergencias (CESER). Esta oficina se centrará en la detección y mitigación de ciberamenazas dirigidas a los DER. Se espera que CESER seleccione diez propuestas, cada una de las cuales podría recibir hasta US$3 millones de financiación federal.
Las áreas temáticas cubiertas por esta iniciativa incluyen la mejora de las capacidades de análisis forense de dispositivos de campo de energía renovable infectados. Este enfoque abarca componentes críticos como contadores inteligentes, sensores y sistemas de control distribuidos por zonas desprotegidas. La intención es comprender mejor qué sistemas se vieron afectados y cómo se manipularon o robaron los datos para reducir el riesgo de futuros ataques.
Otro punto destacado se centra en identificar y mitigar las ciberamenazas a los recursos basados en inversores (IBR), como la tecnología de generación eólica y solar, así como los sistemas de almacenamiento de energía y baterías. El DOE advierte que estos recursos son cada vez más vulnerables a ataques cibernéticos, con posibles consecuencias graves, como cortes de suministro prolongados para varios clientes de electricidad.
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La seguridad de las comunicaciones de los DER y las agregaciones de recursos energéticos distribuidos (DERA) también será objeto de atención. Garantizar la integridad de las comunicaciones entre estos elementos y la red eléctrica es esencial para mantener la estabilidad de toda la red. Los riesgos potenciales incluyen ataques que podrían afectar varios DER o manipular el funcionamiento de estos sistemas mediante la cadena de suministro de un agregador.
Además, se busca reforzar la ciberseguridad de las centrales eléctricas virtuales (VPP), ya que estas se vuelven más eficientes y asequibles. A medida que estas tecnologías basadas en la nube ganan terreno, la investigación, desarrollo y demostración se torna crucial para reducir el riesgo cibernético asociado.
La necesidad de esta inversión se evidencia en informes como el proporcionado por DNV, un proveedor independiente de aseguramiento y gestión de riesgos. Según DNV, la energía se encuentra entre las tres principales industrias afectadas por ataques cibernéticos, destacando la importancia de abordar el "acceso remoto a los sistemas de tecnología de operación (OT)" como uno de los principales métodos para posibles ciberataques.
Esta oportunidad de financiación se alinea con la Agenda de Inversión en Estados Unidos, que busca construir infraestructuras energéticas resilientes para cumplir con los ambiciosos objetivos del país en materia de energía limpia y cambio climático para los años 2030 y 2050.
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