Democratizar los servicios financieros puede sonar como un término rimbombante en la industria financiera, sin embargo, cobra validez cuando se analiza el efecto de las tecnologías aplicadas al mundo comercial.
Las tecnologías han modificado el concepto de inclusión financiera y lo han escalado para que los consumidores y negocios establezcan relaciones transaccionales sin importar dónde se encuentren.
Aunque se habla de tecnología, al final es la confianza de las personas al movilizar su dinero lo que hace posible y da validez a la democratización de los servicios financieros, ya sea pagando o comprando de manera digital.
Las tecnologías financieras llevan a los negocios a crear nuevos medios de pago que conducen a una economía y finanzas personalizadas, rápidas y seguras para los consumidores, al tiempo que les brinda alternativas a la banca tradicional.
Vale aclarar que no se habla de sacar del juego a los bancos sino de brindar alternativas para las personas no bancarizadas y ofrecer soluciones a esta industria para ser más accesible.
“A medida que aumentemos el acceso a los servicios bancarios, también se debe aumentar la educación financiera. Se necesita un compromiso colectivo en todos los sectores (gobiernos, instituciones financieras y organizaciones de defensa) para desarrollar nuevos enfoques de la educación financiera. La igualdad de acceso a servicios financieros seguros, asequibles y fáciles de usar debería ser un derecho, no un privilegio”, consideró Lucas Medola, CFO de PayPal Latam.
Pagos en línea como una tendencia
Por ejemplo, PayPal ofrece un método de pago que funciona como un mediador entre el comprador y el vendedor; cuando el primero hace una compra, el segundo recibe un correo electrónico del abono y la cantidad del artículo sin acceder a los datos del comprador ni a su número de cuenta. Es rápido y flexible.
Otras soluciones de PayPal han derivado en la alianza con distintas entidades financieras de Argentina, Chile, Colombia, Perú, Costa Rica y República Dominicana que democratizan los servicios financieros, como el retiro de dinero internacional de forma inmediata y sin papeleos, la promoción del ecommerce en las empresas y compras en el extranjero.
El mundo financiero está en un proceso de transformación, más personas y más negocios administran su capital mediante nuevos servicios de mayor valor que optimizan las opciones actuales y son más transparentes -pero más privados- en las transacciones.
En este punto, es importante reconocer el valor de la penetración y expansión acelerada de la telefonía móvil en la forma de hacer negocios y pagar por ellos.
Por un lado, los dispositivos móviles se han convertido en el principal medio de acceso a Internet y por otro, el Internet móvil se ha duplicado desde inicios de esta década. Por ejemplo, la penetración móvil es del 61% en América Central, del 48% en el Caribe y del 68% en Sudamérica; mientras que en Norteamérica, del 88%, según un reporte de Hootsuite publicado en enero pasado que tomó como referencia a la ITU, entre otras fuentes importantes.
Datos de la industria señalan que hacia los años venideros los dispositivos móviles se incrementarán en la proveeduría de servicios y el pago de estos. Por ejemplo, un estudio de la consultora Nielsen indicó que 90% de los latinoamericanos posee un dispositivo móvil con acceso a Internet, lo cual ha generado una inclusión financiera de dos mil millones de consumidores que optaron por los pagos móviles. De ellos, el 49% son milenarios que revisan sus estados de cuenta en el móvil, paga facturas en línea (47%) y transfiere dinero entre cuentas (40%).
Este aspecto ya ha modificado el concepto tradicional de pago, ha optimizado el tiempo y la seguridad de las transacciones, y da a los consumidores y a los negocios alternativas de pago superiores al dinero en efectivo.
Comments