¿El futuro de Chrome será con OpenAI? Cómo la batalla antimonopolio puede cambiar el rumbo del navegador más usado
- Redacción IT NOW
- 24 abr
- 3 Min. de lectura
En medio del juicio antimonopolio más importante en la historia reciente de la tecnología surge una posibilidad que pocos imaginaban: que Chrome deje de ser parte de Google y pase a manos de OpenAI. La empresa creadora de ChatGPT ya alzó la mano y se declara lista para convertir al navegador en una experiencia centrada en la inteligencia artificial.

En los tribunales de Estados Unidos se libra una batalla que podría redefinir el equilibrio de poder en la industria tecnológica global. El Departamento de Justicia (DOJ) ha acusado formalmente a Google de mantener un monopolio ilegal en el mercado de búsquedas, y ahora, en la fase de remedios del juicio, propone una serie de medidas drásticas. Entre ellas, la más explosiva: forzar a Google a vender su navegador Chrome.
Con más de 4 mil millones de usuarios y una participación de mercado que supera el 67%, Chrome no es solo un navegador. Es una de las principales puertas de entrada al ecosistema digital, y su control representa una ventaja estratégica para quien lo posea. El gobierno estadounidense alega que este dominio refuerza prácticas anticompetitivas, al favorecer la hegemonía de Google en búsquedas y publicidad online.
Pero si Google tuviera que desprenderse de Chrome, ¿quién estaría en condiciones de comprarlo y transformarlo? La respuesta ha llegado desde un actor inesperado: OpenAI.
Durante el juicio, Nick Turley, jefe de producto de ChatGPT, sorprendió al declarar que OpenAI estaría interesada en adquirir Chrome. No se trató de una insinuación tímida, sino de una afirmación clara: “Sí, lo haríamos, al igual que muchas otras partes”, dijo ante la corte. Su interés no es casual.
OpenAI, respaldada fuertemente por Microsoft, ya ha manifestado que necesita mejores fuentes de datos para mejorar sus productos de inteligencia artificial. Aunque cuenta con Bing como socio, los datos no han sido suficientes para sus ambiciones. Incluso, la compañía intentó acceder a la API de búsquedas de Google, pero fue rechazada. Ahora, con la posible venta de Chrome sobre la mesa, la oportunidad de tener acceso directo a una de las principales plataformas de navegación cobra una nueva dimensión.
El objetivo de OpenAI sería claro: transformar Chrome en una experiencia completamente "AI-first", es decir, con la inteligencia artificial integrada en todos los aspectos del uso del navegador. ChatGPT dejaría de ser solo una herramienta puntual para convertirse en un copiloto permanente en la experiencia web del usuario: desde búsquedas automatizadas hasta navegación predictiva y personalizada.
El interés de OpenAI también se sustenta en movimientos estratégicos previos. La compañía ha fichado a exdesarrolladores clave de Google Chrome, como Ben Goodger y Darin Fisher, en lo que parece un esfuerzo por construir un navegador propio basado en Chromium. Si se concreta la compra de Chrome, esos talentos podrían acelerar una transformación radical del navegador más usado del mundo.
Por ahora, Google insiste en que Chrome no podría sobrevivir como producto independiente. Pero el mismo juicio ha revelado que Google depende de acuerdos multimillonarios para mantener su dominio en el mercado de búsquedas, lo que deja abierta la posibilidad de que un Chrome desligado de esos compromisos podría explorar otros modelos de negocio.
Más allá del resultado legal, esta disputa plantea una pregunta de fondo: ¿cómo sería la experiencia digital si en lugar de Google, una empresa de inteligencia artificial como OpenAI controlara la puerta de entrada a Internet?
El juicio sigue en marcha, pero el mundo tecnológico ya especula con una nueva era de navegación, donde los algoritmos conversacionales podrían decidir —o al menos sugerir— cada clic. El navegador del futuro no solo abrirá páginas, sino que podría anticiparse a nuestras necesidades. Y Chrome, en manos de OpenAI, sería el primer gran experimento de esa transformación.
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