Los métodos de pagos sin contacto, como el reconocimiento facial y los códigos QR dinámicos que son ampliamente populares en gran parte del mundo.
Por: Santiago Egas, vicepresidente ejecutivo de BPC Banking Technologies.
La movilidad es un factor esencial para garantizar el crecimiento de la economía en las ciudades, pero invertir en una infraestructura de transporte público tan sólo es una parte de la ecuación; la posibilidad de incorporar modelos eficientes para cobrar las tarifas y ofrecer opciones transaccionales que desestimulen el uso del dinero físico, hacen parte del desafío que plantea la nueva realidad y que tiene como propósito ofrecer un servicio incluyente y eficiente.
Como parte de esta realidad, las ciudades vienen incorporando modelos de pagos sin contacto para optimizar y fortalecer el transporte público, no sólo como una respuesta de bioseguridad ante de la pandemia que trajo el covid-19 en el último año; sino porque además ofrece una tecnología eficiente y capaz de mejorar la experiencia que los usuarios tienen cuando interactúan con estos servicios durante su vida diaria.
Las ciudades inteligentes, digitales y conectadas son aquellas que permiten y promueven que sus habitantes se movilicen libremente, sin la necesidad de contar con dinero en efectivo; pero no solo basados en los avances tecnológicos, sino en la posibilidad real de ofrecer soluciones que humanicen la oferta. La tecnología está pensada para facilitar la vida de los ciudadanos y en ese sentido, el transporte es un factor fundamental.
En la agenda de las ciudades latinoamericanas, y como parte prioritaria de sus proyectos se ha incluido diferentes modelos de pago sin contacto. Los gobiernos, los municipios, las compañías financieras y las organizaciones tecnológicas están trabajando en programas que permitan hacer realidad este cambio, que impulsado por la pandemia, la rápida adopción dentro de los usuarios, el cambio en los hábitos de pago y la innovación en el sector de la movilidad harán parte de los proyectos que veremos consolidarse en los próximos años, incluso para los siguientes meses.
La combinación de tecnologías tales como ‘contactless’, ‘open-loop’ y sistemas basados en cuenta (ABT), evitan que los pasajeros usen efectivo durante sus desplazamientos, se desgasten haciendo largas filas frente a un mostrador para comprar o recargar un boleto y evitan la aglomeración de personas en un mismo lugar. Ahora y desde una tarjeta de crédito, un smartphone o un reloj inteligente es posible hacer uso del transporte público, sin demoras, con seguridad y al ritmo de sus propias necesidades.
Hoy los métodos de pagos sin contacto, como el reconocimiento facial y los códigos QR dinámicos que son ampliamente populares en gran parte del mundo, utilizándose en estaciones de gasolina, supermercados con un gran nivel de aceptación, están también adoptándose en sistemas de transporte público y privado, donde la compra de un tiquete o el pago del peaje se puede digitalizar de manera inmediata. Esto ofrece una experiencia rápida y eficiente, y como el pago se lleva a cabo al escanear un código, se ajusta al cumplimiento las normas de distanciamiento social.
Otro beneficio que trae la adopción de esta transformación digital, es que los operadores de transporte encuentran en su implementación, una poderosa herramienta tecnológica certificada, que simplifica el proceso y optimiza gran parte de su operación, una ventaja muy grande para sistemas de transporte, paraderos y terminales que presentan un alto flujo de personas. Los riesgos de seguridad y de control que representan el manejo del dinero efectivo también encuentran un alivio en este tipo de soluciones.
Los retos para la consolidación de este tipo de modelos aún son grandes, los sistemas de venta de pasajes y tiquetes de transporte públicos actuales, tanto los que se basan en el efectivo o los que están digitalizados, no siempre cumplen estos requisitos, y esto dificulta a los operadores de servicios de transporte poder desplegar soluciones sin contacto para los usuarios. La transformación de las ciudades sólo se podrá dar de manera completa si el transporte público y privado hacen parte de esa adopción.
El creciente aumento en la creación de experiencias digitales integradas impulsa el desarrollo en los servicios de pago en las ciudades y sus diferentes servicios para movilidad de sus habitantes. En el caso de los servicios de transporte público y privado, las propuestas con soporte tecnológico para sus transacciones, mejoran y humanizan la forma como cada cuidado interactúa con sus necesidades. Gracias a estos nuevos desarrollos es posible realizar diferentes pagos sin contacto, de manera práctica, eficiente y segura.
La conveniencia para adquirir bienes y servicios, soportados en el uso de tecnología, promovió que las personas adoptaran el uso de dispositivos móviles para administrar parte de sus vidas. La banca, los pagos, los servicios públicos, la educación y las necesidades de movilidad hacen parte de una renovada industria que cuenta con una herramienta incluyente y poderosa que permite conectarse con las necesidades de los usuarios en el día a día.
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