Gemini en la cima del App Store: Nano Banana transforma la edición de imágenes en una experiencia masiva
- Redacción IT NOW
- 17 sept
- 2 Min. de lectura
En menos de dos semanas la aplicación sumó 23 millones de usuarios y procesó más de 500 millones de ediciones: un hito que confirma la demanda por herramientas de edición conversacional potentes y fáciles de usar.

Desde su despliegue, Gemini escaló posiciones en el App Store: ChatGPT quedó en el segundo puesto y Threads en el tercero; otras apps de Google también figuran en el ranking (Search en sexto, Maps octavo, Chrome 13.º y Gmail 21.º). Entre el 26 de agosto y el 9 de septiembre la app de Gemini ganó 23 millones de usuarios nuevos y Nano Banana contabilizó más de 500 millones de imágenes editadas. La clave del fenómeno técnico es doble: capacidad para mantener la semejanza y la consistencia del rostro/ personaje entre transformaciones y una experiencia que combina subida de varias fotos, transferencia de estilo y edición guiada por conversación.
El modelo plantea un cambio en la propuesta de valor para creadores y usuarios comunes: la edición sofisticada deja de ser dominio de profesionales que manejan herramientas complejas y pasa a ser accesible desde el teléfono mediante instrucciones en lenguaje natural. El plan freemium también empuja la monetización: usuarios gratuitos pueden generar o editar hasta 100 imágenes por día; los suscriptores elevan ese cupo a 1.000 imágenes diarias por un precio desde 19,99 USD al mes. Ese mix —alto volumen de uso gratuito que funciona como gancho y un salto de capacidad vía suscripción— es un play clásico para transformar adopción masiva en pagos recurrentes.
Aun así, la popularidad trae responsabilidades y riesgos. La capacidad de preservar parecidos y generar imágenes a partir de varias fotos facilita usos creativos pero también abre la puerta a deepfakes, suplantación de identidad y ediciones no consentidas. Los desafíos técnicos y regulatorios incluyen definir límites de uso, mecanismos de consentimiento para el tratamiento de imágenes, detección y marcaje de contenidos manipulados y transparencia en los modelos (por ejemplo, señales visibles cuando una imagen ha sido generada o alterada por IA). Para plataformas, creadores y marcas la urgencia es doble: aprovechar las nuevas capacidades sin normalizar prácticas que erosionen la confianza del público o vulneren derechos de imagen.
El boom de Nano Banana y Gemini confirma algo que viene siendo evidente en 2024–2025: la frontera entre edición profesional y consumo masivo se difumina. El verdadero reto para la industria será equilibrar innovación —y modelos de negocio escalables— con reglas, controles y educación que protejan a usuarios y terceros sin frenar el potencial creativo de la herramienta.




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