Un estudio elaborado por Eaton ofrece cinco pasos clave para optimizar la gestión de su arquitectura TI y evitar el aumento de costos operativos por el desperdicio de energía.
Para conseguir el entorno de TI escalable, flexible y compatible que se requiere en la actualidad son necesarios sistemas informáticos de alta densidad y metodologías de red más avanzadas. Pero en esta carrera por optimizar la infraestructura se puede olvidar un componente vital: la gestión energética.
Eso supone un gran error: esté donde esté, haga lo que haga, el suministro energético puede sufrir una avería, teniendo unas consecuencias devastadoras para las infraestructuras informáticas y el negocio en general.
Un estudio elaborado por Eaton ofrece cinco pasos clave, dada la rápida proliferación de las aplicaciones comerciales, y a la velocidad que requiere el sistema para acomodar los enormes volúmenes de datos que genera.
1. Proteger
Disponer de un sistema de alimentación ininterrumpida (SAI) adecuado para proteger sus activos de TI de problemas de energía y su negocio de periodos de inactividad inesperados es el primer paso.
Sin embargo, el número de aplicaciones empresariales que funcionan en plataformas virtualizadas está incrementando con lo que resulta fundamental que su protección energética se amplíe también a sus servidores virtualizados. Este es el siguiente paso. Con un software de gestión de la energía, tendrá una visibilidad clara de la totalidad de su ecosistema energético. Y con un software de gestión inteligente de la energía, puede integrar su infraestructura energética con su entorno virtual y gestionarlo con un único panel de control.
2. Distribuir
Mientras que el sistema de alimentación ininterrumpida (SAI) protege su aplicación informática, la distribución energética se ocupa de que la energía del SAI se distribuya entre las aplicaciones informáticas que tenga en su rack. Las unidades de distribución energética modernas también pueden ayudar a optimizar la eficiencia informática, reducir los costes y mejorar la continuidad del negocio.
3. Organizar
Una gestión adecuada de los cables y los accesorios de almacenamiento son aspectos importantes para mantener los racks ordenados y bien organizados. Además, las configuraciones de aislamiento de aire garantizan una refrigeración optimizada en su data center.
4. Gestionar
Integre su infraestructura de gestión energética y sus equipos de TI mediante un único panel de control. Actualmente se han diseñado varios sistemas de gestión de infraestructura del data center (DCIM) y de optimización del servicio (DCSO) para ofrecer instalaciones más orientadas a servicios y al negocio.
5. Mantener
La infraestructura para garantizar una fiabilidad que le aportará tranquilidad. Los servicios son fundamentales para garantizar el rendimiento óptimo de los SAIs y de las unidades de distribución de la energía en rack, a la vez que se minimiza el riesgo del tiempo de inactividad.
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