De cara al futuro, la inteligencia artificial no solo promete un impacto significativo en casos de uso específicos, sino que también se presenta como una herramienta revolucionaria para el desarrollo de funciones y productos.
Por: Yuri Gubin, Chief Innovation Officer en DataArt
Las empresas se encuentran inmersas en un análisis activo del impacto que la inteligencia artificial (IA) y la tecnología en general está generando en sus operaciones. Este fenómeno ha escalado en importancia hasta convertirse en un elemento central en las agendas de numerosos consejos directivos, impulsando iniciativas a lo largo y ancho de las organizaciones. En este contexto, aproximadamente el 90% de estos consejos visualizan la IA no solo como un riesgo, sino también como una oportunidad estratégica. Esta dualidad ha motivado a los equipos de dirección a emprender una exploración profunda de su potencial y aplicaciones prácticas.
De cara al futuro, la IA no solo promete un impacto significativo en casos de uso específicos, sino que también se presenta como una herramienta revolucionaria para el desarrollo de funciones y productos, así como un catalizador para aumentar la productividad. En este horizonte emergente, algunos negocios ya han experimentado de primera mano la transformación que puede inducir en la dinámica laboral, observando cómo redefine los roles y procesos de sus equipos de desarrollo. Este cambio paradigmático está llevando a las organizaciones a adaptarse y aprovechar plenamente las oportunidades que la tecnología ofrece en el cambiante panorama empresarial.
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En este contexto, estas son algunas de las principales tendencias que podremos observar para 2024:
La IA generativa evolucionará hacia una herramienta más amplia con diversos casos de uso
La IA generativa, que apenas hace un año se centraba principalmente en capacidades de chat, ha experimentado una transformación notable y continuará haciéndolo. Las organizaciones están mirando más allá de las interacciones simples, destacando conceptos emergentes como la sumarización y la Generación Aumentada de Recuperación (RAG). Esto la posiciona como una herramienta más versátil y con diversos casos de uso. Aunque el chat sigue siendo una capacidad obvia, las empresas explorarán su potencial en áreas más allá de esta aplicación inicial. Esta tendencia se perfila como un cambio significativo en la industria y se consolida como una realidad innegable.
Asimismo, la influencia de la IA generativa en el trabajo de los desarrolladores está en constante transformación, aunque su impacto real aún está por descubrirse. Mientras algunos notan un aumento de la productividad, otros no están tan de acuerdo. Sin embargo, es innegable que están mejorando las capacidades en áreas específicas, como la redacción de fragmentos de código bien estructurado basado en componentes definidos, la realización de consultas de datos, la resolución de problemas y la detección de anomalías.
Las principales empresas tecnológicas, incluyendo AWS, Google y Microsoft, están realizando inversiones significativas en IA generativa. Este interés no se limita a ciertos dominios, sino que se expande a sectores como la atención médica y otras industrias reguladas, que históricamente han sido cautelosas en cuanto a innovación. Esta amplia adopción subraya el potencial a largo plazo de la IA generativa en la transformación de diversos campos.
La accesibilidad, estandarización y consultabilidad de los datos será vital para el éxito de los negocios
A medida que las organizaciones se embarcan en la integración efectiva de la inteligencia artificial, surge un requisito fundamental: los datos deben ser accesibles, estandarizados y consultables. Superar los desafíos vinculados a los datos de la IA implica conectar de manera eficiente los silos de datos, centralizando su gestión para permitir comparaciones significativas y el mapeo de entidades.
Conceptos como data mesh, data productization y data sharing emergen como principios fundamentales en el panorama actual.
La IA y la ciberseguridad evolucionarán de la mano
La ciberseguridad desempeña un papel dual en el mundo empresarial, siendo tanto una amenaza como una defensa que impacta a todos los niveles de la organización, desde la junta directiva hasta los desarrolladores individuales. Este escenario plantea interrogantes sobre el intercambio de datos, y la versatilidad de la IA introduce nuevas posibilidades y riesgos, incluida la identificación de vulnerabilidades y posibles ataques de phishing.
La IA generativa muestra un potencial considerable en el ámbito de la ciberseguridad, especialmente en la ingeniería impulsada por humanos. Abordar su gobernanza se vuelve esencial, involucrando el establecimiento de estructuras y equipos adecuados para gestionar diversos aspectos. Aunque menos técnica, la gobernanza juega un papel crítico en el éxito de las iniciativas de IA.
Tendencias en Declive
Tecnologías que en su momento fueron tendencia, como DevOps, contenerización, Kubernetes y serverless han alcanzado la madurez y se han convertido en estándares de la industria. Aunque se utilizan ampliamente, han perdido protagonismo en las conversaciones. De manera similar, disciplinas como la ingeniería de confiabilidad del sitio (SRE) y la observabilidad han pasado de ser tendencias a convertirse en prácticas establecidas.
Por su parte, a pesar de que la atención en torno a la Web 3.0 y el Metaverso ha experimentado cierta disminución, las tecnologías subyacentes continúan evolucionando, aunque con menor atención mediática en comparación con la destacada IA generativa.
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