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Una radiografía del ecosistema cripto en Centroamérica

Un reciente estudio de Chainalysis arroja datos curiosos y contradictorios sobre el uso de activos digitales en la región.

Según el Índice Global de Adopción de Criptomonedas 2023 de Chainalysis, Centroamérica ocupa mayormente posiciones medias en el ranking, con Costa Rica en el puesto 92, Guatemala 104 y Honduras 105.


Un primer hallazgo clave es que Centroamérica recibió un estimado de US$7.300 millones en volumen de transacciones cripto entre julio 2022 y junio 2023. Si bien esta cifra parece elevada, en realidad representa solo el 0,14% del volumen global de transacciones, ubicando a la región como una de las menos activas a nivel mundial.


Otro dato interesante del estudio es que Estados Unidos es el mayor origen de tráfico web hacia exchanges centralizados para países centroamericanos. Por ejemplo, se estima que el 55% del tráfico web hacia exchanges de Costa Rica proviene de direcciones IP en Estados Unidos. Este porcentaje es incluso mayor en otros países, llegando al 65% en Honduras y 58% en Guatemala.


En cuanto a exchanges P2P (peer-to-peer), estos capturan una mayor proporción del volumen de transacciones en Centroamérica versus otras regiones. Por ejemplo, en Honduras los P2P representan el 18% del volumen frente al promedio global de solo 5,4%. En Costa Rica y Guatemala la cifra ronda el 10%.



Otro hallazgo interesante es que la stablecoin Tether (USDT) domina el mercado cripto centroamericano, representando entre el 60% y 80% de todas las criptomonedas transadas en la región. El Bitcoin por su parte oscila entre el 10% y 20% del volumen.


Según el estudio, los salvadoreños son los centroamericanos que más conocen las leyes y regulaciones existentes sobre criptomonedas en su país, con un 60% manifestando conocer la normativa local. En contraste, solo el 23% de guatemaltecos dice conocer las regulaciones sobre criptoactivos en Guatemala.


En términos de infraestructura, Centroamérica cuenta actualmente con 46 exchanges (plataformas de intercambio cripto) operando en la región y 12 proveedores de custodia para salvaguardar activos digitales de forma segura. Sin embargo, aún existen desafíos regulatorios para que la industria pueda desarrollarse plenamente.


Por otro lado, el estudio destaca que la adopción de criptomonedas entre mujeres en Centroamérica es relativamente baja, con solo un 25% de promedio participando en este mercado. En contraste, el promedio global de adopción femenina es del 43%.


En cuanto a la percepción ciudadana, una encuesta adjunta al estudio revela que el 53% de los centroamericanos considera que las criptomonedas son positivas para la región, mientras que solo un 19% las percibe negativamente. No obstante, un 74% admite tener inquietudes sobre su volatilidad.


Con respecto a las perspectivas a futuro, los expertos consultados por Chainalysis ven potencial para que los gobiernos centroamericanos eventualmente emitan sus propias CBDC (monedas digitales de banco central), siguiendo el caso pionero de El Salvador con el Chivo.


El estudio de Chainalysis provee una radiografía integral del aún pequeño pero creciente ecosistema cripto centroamericano, evidenciando particularidades propias en términos de usuarios, infraestructura, regulación y percepción pública. Queda por ver cómo evolucionará el mercado en los próximos años en esta región.


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