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¿Cómo la tecnología ha cambiado la vida de los diabéticos?

Según los datos reflejados en la décima edición del Atlas de la Diabetes, elaborado por la Federación Internacional de Diabetes (FID), 537 millones de adultos de todo el mundo padecen esta enfermedad.

En el ámbito de la medicina, la evolución de la ciencia es fundamental, puesto que no solo realiza mejoras en los medicamentos de una enfermedad determinada sino que también la tecnología permite mejorar diagnósticos y ayuda en el manejo del día a día de ciertas patologías. De acuerdo con el economista, un claro ejemplo de esto es la evolución de la diabetes, la cual pasó de ser una enfermedad que afectaba la calidad de vida del paciente a una patología muy controlada.


Mediante el uso de algoritmos se ha logrado incrementar la capacidad de procesar y analizar volúmenes significativos de información. Esto ha generado un progreso para los pacientes, ya que posibilita una mayor optimización de las terapias, asimismo, la tecnología ha facilitado el monitoreo de niveles de glucosa en sangre, mejorando el manejo de esta enfermedad.


De acuerdo con los datos de la décima edición del Atlas de la Diabetes, elaborado por la Federación Internacional de Diabetes (FID), 537 millones de adultos en el mundo padecen de esta enfermedad. El aumento de número de personas que padecen de diabetes debe a diversos factores, sin embargo, las tecnologías suponen una herramienta clave en su diagnóstico y tratamiento al permitir un mejor seguimiento a través de controles más eficaces, que procuran una mayor calidad de vida del paciente.



Los expertos de Cigna Healthcare explicaron cómo la aplicación de la tecnología puede contribuir a un mejor diagnóstico y tratamiento de dicha enfermedad. Para manejar esta enfermedad es fundamental adoptar un estilo de vida saludable, tanto en alimentación como actividad física, no obstante, gracias a los sistemas de control de glucosa (CGM) los pacientes tienen la oportunidad de ver en tiempo real cómo reacciona su organismo ante estímulos y anticiparse a posibles hipoglucemias e hiperglucemias.


Los sensores de monitorización continua de glucosa, que se encuentran bajo la piel y monitorizan de manera constante la glucemia, registran los valores de glucosa en sangre aproximadamente cada 10 segundos y un ordenador externo los reúne y evalúa.


Por otro lado, los pacientes con diabetes deben regularmente monitorear sus niveles de glucosa en sangre, esto puede implicar tener que pincharse frecuentemente para realizar pruebas y, en algunos casos, administrar la insulina. Ante esto, las bombas de insulina inteligente se convierten en una solución tecnológica que ayuda a sobrellevar mejor esta enfermedad.


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