ChatGPT se convierte en asistente de compras

OpenAI incorpora funciones de compra a ChatGPT Search, permitiendo a los usuarios explorar y adquirir productos directamente desde la interfaz del chatbot. Sin publicidad ni promociones pagadas (por ahora), esta nueva experiencia desafía modelos tradicionales como Google Shopping.

OpenAI anunció la incorporación de funciones de compras a través de ChatGPT Search, permitiendo que los usuarios busquen productos, obtengan recomendaciones personalizadas y finalicen la compra directamente en sitios de minoristas como Amazon o Walmart, todo desde el entorno del chatbot.

Aunque esta integración recuerda a Google Shopping por su formato visual —al hacer clic en un producto se despliega una lista de comercios y precios—, su filosofía de funcionamiento es radicalmente distinta. No hay anuncios, ni ubicaciones patrocinadas, ni algoritmos centrados en la monetización de clics. Al menos por ahora.

Lo que distingue a esta propuesta de OpenAI no es solo la ausencia de intereses comerciales evidentes, sino la forma en que ChatGPT interpreta y entrega las recomendaciones. A diferencia de los motores de búsqueda tradicionales, ChatGPT utiliza un enfoque conversacional e inteligente, que se nutre de las preferencias explícitas del usuario, su historial de interacción, y reseñas de productos provenientes de múltiples fuentes online, incluidos foros como Reddit y publicaciones especializadas.

Imaginemos un escenario: un usuario le menciona al chatbot que prefiere ropa negra de ciertas marcas. La próxima vez que busque una chaqueta o camiseta, ChatGPT recordará esa preferencia y ajustará sus sugerencias. Este nivel de personalización supera el simple rastreo de cookies; se trata de construir una relación de contexto continuo con el consumidor.

Actualmente, la funcionalidad cubre categorías como electrónica, moda, artículos para el hogar y belleza, aunque es probable que se amplíe en el corto plazo. No requiere iniciar sesión para acceder a estas opciones, lo que sugiere una estrategia de despliegue masivo.

Sin embargo, la disrupción de OpenAI no está exenta de implicancias para otros actores del ecosistema digital. Muchos medios y sitios web dependen del modelo de ingresos por afiliación, en el que ganan una comisión cuando un lector hace clic en un enlace de producto y finaliza una compra. Este nuevo flujo de búsqueda conversacional podría reconfigurar esa fuente de ingresos si los usuarios comienzan a consultar directamente con ChatGPT en lugar de navegar por reseñas tradicionales.

Desde OpenAI aseguran que aún están explorando formas de integrar este sistema con modelos sostenibles de monetización. Y aunque por ahora el asistente no recibe comisión por las ventas, la preocupación más sutil podría ser otra: la influencia del tono del chatbot en las decisiones de compra.

En definitiva, con esta actualización, OpenAI da un paso más en su ambición por convertir a ChatGPT en algo más que un generador de texto: una plataforma de interacción integral, capaz de acompañar al usuario no solo en sus preguntas, sino también en sus decisiones de consumo.

La gran pregunta ahora es: ¿cómo evolucionará este modelo cuando se sumen intereses comerciales reales? ¿Y qué papel jugarán la ética, la transparencia y la confianza en esta nueva experiencia de compra potenciada por inteligencia artificial?

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