Un bot conversacional creado por la empresa O2 se hace pasar por una anciana amable y despistada para frustrar a scammers y crear conciencia sobre el fraude telefónico.

En un innovador esfuerzo por combatir el fraude telefónico, la empresa de telecomunicaciones O2 ha desarrollado una herramienta de inteligencia artificial que asume el rol de una abuela cariñosa y despistada, llamada “Daisy”. Este bot conversacional, diseñado para enfrentar a los estafadores, entabla largas conversaciones sobre temas triviales como patrones de tejido, recetas de scones y recuerdos de la juventud, frustrando a los delincuentes y hasta sacándolos de quicio para evitar que consumen sus estafas, según reportó The Guardian.
Daisy no es una anciana real, sino un sofisticado bot de IA entrenado para identificar las tácticas comunes de los estafadores. Su objetivo es simple pero eficaz: hacerles perder tiempo. Utilizando una combinación de ambivalencia, confusión sobre el uso de la tecnología y una disposición amigable para charlar sobre cualquier tema, Daisy logra desarmar a los estafadores y reducir el tiempo que pueden dedicar a víctimas reales.
En una de las llamadas registradas por O2, un estafador intentó convencer a Daisy de que su computadora estaba llena de virus y necesitaba control remoto. Durante la llamada, Daisy se demoró buscando sus gafas, preguntando si el estafador tomaba té y compartiendo historias de cuando la tecnología era “mucho más simple”. En otro caso, cuando un estafador le pidió que descargara la tienda de aplicaciones Google Play, ella respondió confundida: “¿Querido, dijiste pastel? No estoy en la página correcta”.
Según Simon Valcarcel, director de marketing de Virgin Media O2, el propósito del proyecto no es desplegarlo a gran escala, sino sensibilizar al público sobre los riesgos del fraude telefónico y demostrar el poder de la inteligencia artificial como herramienta de defensa.
El bot fue diseñado con la colaboración de Jim Browning, un conocido “scam baiter” que se dedica a gastar el tiempo de los delincuentes y exponer sus métodos. Para atraer a los estafadores, Browning y O2 colocaron números de contacto en sitios web que parecían ofrecer premios “demasiado buenos para ser verdad”, esperando las llamadas de los delincuentes. La respuesta fue inmediata, y Daisy logró mantener a varios estafadores ocupados por hasta 40 minutos en cada llamada.
El uso de inteligencia artificial para combatir el fraude no es exclusivo del sector de telecomunicaciones. Según Serpil Hall, de la firma tecnológica Celebrus, estas herramientas se están implementando en diversos campos. En la banca, se utilizan para detectar transacciones no autorizadas y fraudes de identidad; en los seguros, para verificar la validez de las reclamaciones; y en el sector público, para identificar anomalías en declaraciones fiscales.
Aunque el proyecto ha sido efectivo en mostrar el potencial de la IA para frustrar estafas, Valcarcel indica que el objetivo principal era crear conciencia más que ofrecer una solución definitiva. Sin embargo, el éxito de Daisy sugiere que versiones futuras podrían incorporar diferentes acentos y personalidades, haciendo aún más difícil para los estafadores identificar que están hablando con una inteligencia artificial.
En un mundo donde las estafas telefónicas son cada vez más comunes, herramientas innovadoras como Daisy representan un rayo de esperanza. La combinación de tecnología avanzada y estrategias creativas no solo protege a las personas, sino que también envía un mensaje claro a los delincuentes: sus tácticas están siendo enfrentadas con ingenio y tecnología de vanguardia.
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