La red 5G promete transmitir datos de forma segura e inmediata entre las máquinas para la conducción automatizada y grandes flujos de datos en la comunicación de infraestructura y vehículos.
Tal como ha ocurrido en los últimos años, los datos son crecientes y los que pasan por las redes inalámbricas también han experimentado esa tendencia, en parte por el Machine to Machine.
“En el campo de la automoción, la conducción automatizada es lo que está impulsando este desarrollo. Hoy, los volúmenes de datos por hora en los vehículos se miden en gigabytes, pero en 2025 alcanzarán cifras de varios terabytes”, dijo Porsche en una publicación web.
Así, el uso de la red 5G tendrá un papel relevante en la transmisión de los grandes volúmenes de datos, dado que ha así ha sido concebida: 20 Gb en lugar de 1, latencia reducida y la capacidad de implementar nuevas funciones.
Los cloudlets
Aunque la red 5G implica además ganancias de tiempo, para Porsche, estas se verían reducidas en una red convencional con data center centralizado, por las largas distancias hasta las torres de transmisión.
Para evitarlo, la 5G propone una solución descentralizada con estaciones que tienen un ordenador propio que recibiría, procesaría y retransmitiría los datos de manera independiente.
Por ejemplo, los Cloudlets, que se manejan bajo el concepto de Edge Computing, o mininubes individuales. En la red 5G, los equipos se comunican entre ellos son desviarse para reducir los tiempos.
“Por razones de seguridad, las funciones de conducción automatizada deben diseñarse de tal manera que todos los imprevistos que surjan durante la marcha se puedan reconocer y gestionar de forma segura con los propios sistemas de asistencia del vehículo”, según Porsche.
La comunicación C2X, o car-to-x, se perfila como un recurso que puede mejorar la precisión de control en los sistemas del coche en situaciones límites, como la poca visibilidad o el tráfico pesado, en la que interviene además la comunicación con otros vehículos.
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