La seguridad y resguardo de la información personal se vuelve fundamental en la región centroamericana, donde países como Costa Rica establecen normativas específicas, mientras Guatemala y El Salvador dependen de marcos legales más generales.
El pasado domingo 28 de enero se celebró una nueva fecha del “Día Internacional de la Protección de Datos Personales”, que conmemora la firma el Convenio 108 del Consejo de Europa, primer tratado internacional en materia de protección de datos, originalmente suscrito por países europeos y luego acordado en el resto del mundo.
En la era digital, la protección de datos personales se convierte en un tema crucial para garantizar la privacidad de los individuos. En Centroamérica, la diversidad de enfoques entre los países genera desafíos y oportunidades que reflejan la necesidad de adaptarse a un mundo digital en constante evolución.
Costa Rica se destaca en la región al contar con una ley específica que regula la protección de datos, alineándose con países como Panamá, Argentina, Colombia y Chile. Walter Contreras, gerente EY Law, destaca la importancia de la autorización expresa del titular de los datos y las sanciones económicas establecidas por la legislación costarricense.
Guatemala, por otro lado, enfrenta desafíos en ausencia de una ley específica de protección de datos. Ginny Castillo, gerente Senior de EY Law, explicó que, a pesar de ello, convenios internacionales y otras leyes ordinarias brindan cierta protección reconocimiento derechos mínimos y penalizando delitos relacionados con la vulneración de información.
El Salvador, a pesar de la falta de una ley específica, reconoce el derecho a la autodeterminación informativa a través de la Constitución, según Elizabeth Tamayo, abogada senior de EY Law. Además, diversas leyes, como la de Protección al Consumidor y Comercio Electrónico, imponen obligaciones relacionadas con la protección de los datos personales.
En este contexto de constante evolución, es vital considerar el avance tecnológico y las implicaciones de la era digital. La capacidad transformadora de la vida económica, política y social a nivel global resalta la necesidad de estar informados y adaptarse a estos cambios.