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El deepfake crece a un ritmo anual del 900%

La ciberamenaza sigue expandiéndose y trae consecuencias como difamación, desacreditación personal y un impacto negativo en la reputación y confianza de las marcas.

El avance de la Inteligencia Artificial (IA) ha dado lugar a una nueva arma en manos de los ciberdelincuentes: el deepfake. Esta técnica se basa en algoritmos como GAN (Generative Adversarial Networks) o RGA (Redes Generativas Antagónicas) que permiten la creación de imágenes falsas (fotografías, videos o audios) que resultan increíblemente realistas. Esto se utiliza para llevar a cabo estafas virtuales y engaños en línea.


Según datos del Foro Económico Mundial, el deepfake crece a un ritmo anual del 900%. Esta cifra respalda el rápido aumento de este delito cibernético en todo el mundo, provocando fraudes, chantajes, manipulación, afectando la reputación de individuos y empresas, además de promover la desinformación a través de "fake news".


"Los deepfakes representan una amenaza en rápido crecimiento que se extiende más allá de la esfera de la tecnología. Desde la política hasta los negocios, la capacidad de manipular imágenes y videos con inteligencia artificial ha dado lugar a nuevas formas de fraude y difamación. Es hora de reconocer la urgencia de estar a la vanguardia en la lucha contra esta peligrosa herramienta y salvaguardar nuestra privacidad y seguridad", expresó Ingrid Mora, gerente general de Noventiq Costa Rica.



La capacidad de manipular rostros, voces y expresiones con una precisión sorprendente plantea serios desafíos a la hora de discernir entre lo auténtico y lo falso. En este sentido, expertos de Noventiq compartieron algunas estrategias para contrarrestar los efectos del deepfake:


1. Concientización y educación: La batalla contra el deepfake comienza con la concientización y educación. Es fundamental que todos, desde el público en general hasta los profesionales y empresas, comprendan qué es el deepfake, cómo funciona y cómo reconocerlo en algunos casos.


2. Fortalecimiento de la autenticidad digital: Las plataformas tecnológicas deben invertir en tecnologías de autenticación robustas que permitan verificar la legitimidad de los contenidos compartidos en línea. Algoritmos de reconocimiento facial y de voz, así como marcas de agua digitales, pueden desempeñar un papel crucial en la protección de la integridad de los archivos multimedia.


3. Colaboración y cooperación: La lucha contra el deepfake requiere un esfuerzo conjunto de gobiernos, empresas tecnológicas, instituciones académicas y sociedad civil. Se deben establecer alianzas sólidas para compartir conocimientos, recursos y mejores prácticas en la detección y mitigación de deepfakes. Además, la colaboración internacional es fundamental para abordar este desafío global y establecer estándares comunes que promuevan la integridad y autenticidad en los medios digitales.


4. Legislación y regulación: En lugares como California ya se han promulgado leyes contra el uso del deepfake en aspectos pornográficos y políticos. Esto demuestra que los gobiernos deben trabajar en conjunto para establecer marcos legales que penalicen la producción y difusión de deepfakes con intención maliciosa.


"El deepfake se ha vuelto tan sofisticado que incluso los indicios tradicionales de manipulación, como movimientos incoherentes y desincronización labial, pueden no ser suficientes para identificarlo. Debemos abordar esta amenaza desde múltiples aspectos, incluyendo la educación y el desarrollo de herramientas de detección de vanguardia, hasta la creación de marcos legales sólidos y la colaboración activa entre la sociedad y las empresas tecnológicas. Solo mediante una estrategia integral podemos proteger la integridad de la información y preservar la confianza en marcas, medios y empresas", concluyeron desde Noventiq.


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