Marco Vieto, de ASSA, cuenta cómo se está empleado el data science para el cuidado del medioambiente.
Por Marco Vieto, Analista de Programación de Canales Electrónicos de ASSA Compañía de Seguros.
El calentamiento global es uno de los mayores problemas que enfrenta actualmente la humanidad acarreando grandes desafíos en el ámbito ambiental y socioeconómico. Los eventos climáticos extremos y el aumento del nivel de los mares son solo algunas de las consecuencias de este fenómeno. La utilización de la ciencia de datos se presenta como una herramienta sumamente efectiva para combatir el impacto del cambio climático.
El término de calentamiento global hace referencia al aumento de las temperaturas en la tierra, atribuyéndose al aumento de la concentración de gases efecto invernadero (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso) que surgen del incremento insostenible de las actividades humanas. Estos gases tienden a ser el resultado de la quema de combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón para la generación de energía y el transporte, así como de la deforestación y prácticas no sustentables en la agricultura y ganadería.
Estas emisiones globales de gases de efecto invernadero, han seguido aumentando con contribuciones históricas, tal como lo indica el último reporte del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, conocido por el acrónimo en inglés IPCC, que solo en el período de 2011 a 2020, la temperatura global de la superficie aumentó 1,1°C por encima de los niveles registrados durante 1850-1900.
Una de las formas más prometedoras de enfrentar este fenómeno es mediante el uso de la ciencia de datos, la cual utiliza conjuntos de datos masivos para identificar patrones, hacer predicciones y generar soluciones viables a la amenaza del calentamiento global. Además, en los últimos años, esta se ha visto potenciada por el desarrollo de nuevas tecnologías en los campos de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático lo que ha permitido desarrollar soluciones innovadoras ante los distintos desafíos.
La ciencia de datos está siendo utilizada para combatir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero que en el año 2021 representó casi el 80% del total las emisiones solo en los Estados Unidos, según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos. Un claro ejemplo de esto es el trabajo publicado en la revista The Innovation, donde un grupo de investigadores de la Universidad de Tsinghua en Beijin, China, están desarrollando estrategias para crear mapas para visualizar las emisiones de CO2 en el mundo, prácticamente en tiempo real, y para esto se están utilizando métodos de inteligencia artificial y aprendizaje automático que permiten analizar y mejorar la información que no es claramente visible de las imágenes satelitales.
También se puede mencionar como ejemplo una publicación de la revista Science, donde un grupo de investigadores identificaron a nivel mundial los puntos más significativos que producían las mayores emisiones de metano; los cuales son los responsables de contribuir con alrededor del 8 al 12% de las emisiones mundiales de gas metano de la industria del petróleo y el gas. Para llevar a cabo dicho estudio, analizaron una gran cantidad de imágenes satelitales y utilizaron un modelo que determinaba la dirección y distancia en la que el gas metano viajaría en el aire. A través de un algoritmo, identificaron los puntos donde se encontraban las concentraciones más altas del gas metano y como se distribuían en la atmósfera.
El uso de la ciencia de datos para obtener una imagen de la contaminación global e identificar objetivos para reducirla, representa un avance importante en los esfuerzos para enfrentar el cambio climático. Por consiguiente, estos estudios relacionados con las ciencias de datos y las emisiones de gases de efecto invernadero son solo el comienzo. No obstante, siguen existiendo otros desafíos importantes para la humanidad y la ciencia de datos es una herramienta poderosa que contribuye a resolver estos retos a los que nos enfrentamos.