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Modo incógnito: ¿realmente privado o solo una ilusión de seguridad?

Malka Mekler
A pesar de eliminar el historial y las cookies en el dispositivo, el proveedor de internet y las redes corporativas pueden seguir rastreando tu actividad.


El modo incógnito es una de las funciones más utilizadas por quienes buscan navegar por internet de manera más privada. Aunque los navegadores más populares como Chrome, Safari y Firefox ofrecen esta opción, es importante entender hasta qué punto esta funcionalidad realmente asegura el anonimato y la privacidad. A pesar de la percepción generalizada de que este modo proporciona una capa de invisibilidad, su efectividad es limitada.


Al activar el modo incógnito, el navegador evita guardar el historial de navegación, las contraseñas y las cookies. Sin embargo, esta funcionalidad no garantiza la privacidad en su totalidad. Desde el punto de vista técnico, el proveedor de internet sigue siendo capaz de ver qué sitios se visitan, ya que la conexión no está cifrada ni oculta. De manera similar, si el modo incógnito se utiliza desde una red corporativa, los administradores de la red pueden acceder a la actividad del usuario.


El investigador de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica, Mario Micucci, explica que aunque el modo incógnito puede eliminar el rastro de la sesión en el dispositivo, no oculta la actividad ante el resto del mundo. "El navegador olvida lo que haces al cerrar la sesión, pero la conexión sigue siendo visible en cuanto a la infraestructura externa", menciona Micucci, lo que implica que la verdadera privacidad no se alcanza con esta opción.


Además, el modo incógnito no mejora la seguridad del usuario, lo que podría generar una falsa sensación de protección. Al igual que con la navegación normal, los usuarios corren el riesgo de infectar sus dispositivos al hacer clic en enlaces maliciosos o descargar archivos comprometidos. La conexión en modo incógnito tampoco se cifra, lo que la hace vulnerable, especialmente si se utiliza en redes públicas, como en aeropuertos o cafeterías, donde un atacante podría interceptar el tráfico.


A pesar de estas limitaciones, el modo incógnito puede ser útil en ciertos contextos. Por ejemplo, es recomendable cuando se comparte un dispositivo y se quiere evitar que otros vean los sitios visitados. También es práctico para evitar las cookies, que se eliminan automáticamente al cerrar la sesión, o para obtener resultados de búsqueda más neutrales, sin influencias basadas en el historial o preferencias previas del usuario.


Sin embargo, si el objetivo es navegar con un mayor nivel de anonimato y protección, el modo incógnito no es suficiente. Para obtener una mayor seguridad y privacidad en internet, los expertos recomiendan utilizar herramientas adicionales, como las redes privadas virtuales (VPN) o Tor. Una VPN cifra la conexión a internet, lo que oculta la actividad del usuario tanto para el proveedor de internet como para los posibles atacantes. Tor, por su parte, ofrece anonimato real al redirigir el tráfico a través de una red de servidores que ocultan la identidad y la ubicación del usuario.



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