OpenAI redefine la competencia: velocidad extrema, acuerdos billonarios y un ecosistema impredecible
- Malka Mekler
- hace 2 horas
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La compañía impulsa la integración vertical de la IA, cierra acuerdos con los mayores fabricantes de chips y lanza herramientas que compiten directamente con startups que intentan encontrar espacio en el mercado.

El creciente dominio tecnológico de OpenAI está alterando la dinámica tradicional de Silicon Valley, donde históricamente incluso los emprendimientos más exitosos sabían que podían ser absorbidos o arrasados por gigantes consolidados. Según CNBC, el laboratorio de inteligencia artificial está construyendo una posición que no se parece a ningún ciclo previo, avanza en infraestructura, modelos fundacionales, herramientas para desarrolladores, aplicaciones de consumo y hasta hardware propio, combinando velocidad extrema con un nivel de inversión que el mercado no había visto en una empresa privada.
La compañía ha escalado en menos de tres años desde un laboratorio emergente hasta una valoración cercana a los US$500 mil millones. Esa expansión está respaldada por un plan de centros de datos masivos impulsado junto a Nvidia y respaldado por la Casa Blanca, y por acuerdos simultáneos con Broadcom, Oracle y AMD para asegurar capacidad de cómputo y el suministro de chips avanzados. El impacto operativo también es visible, ChatGPT registra ya 800 millones de usuarios semanales, lo que convierte a la plataforma en el mayor punto de acceso global a modelos generativos.
OpenAI no solo ha acelerado la infraestructura; también ha desatado una cadencia de lanzamientos que presiona al ecosistema. Su aplicación Sora alcanzó un millón de descargas en menos de cinco días, y en DevDay anunció la disponibilidad general de Codex como agente de ingeniería de software, además de liberar Sora 2 vía API para experimentación de desarrolladores. La empresa también abrió la puerta a una nueva etapa de hardware especializado tras incorporar al diseñador Jony Ive con una inversión de US$6.4 mil millones destinada a crear dispositivos impulsados por IA. Ive dijo en el evento que su objetivo es diseñar herramientas que “nos hagan más tranquilos y menos desconectados”, aunque no reveló detalles técnicos.
Este avance transversal está generando incertidumbre en las startups. Nina Achadjian, socia de Index Ventures, advierte que los emprendedores deben preguntarse dónde hay espacio real para innovar, señalando que la dirección de OpenAI es “opaca” y difícil de anticipar. Aun así, lideró una inversión de US$25 millones en Quilter, una compañía que usa IA para diseño de placas PCB, al considerar que se trata de un segmento muy especializado y menos probable de ser intervenido por OpenAI. “No hay predictibilidad”, reconoció.
La presión no solo proviene del alcance de la empresa, sino también de la ausencia de “moats” técnicos claros. Ethan Kurzweil, socio de Chemistry, afirmó que es “el periodo de disrupción más rápido” que ha visto en 17 años, con nuevos servicios de OpenAI que compiten directamente con herramientas externas ejecutadas sobre sus propios modelos. Para él, el contexto tiene una mentalidad de “fiebre del oro”, donde muchas startups prosperarán mientras otras quedarán expuestas a los movimientos del líder del sector.
Aun con competidores como Anthropic, Google o Meta construyendo modelos avanzados, la ventaja de OpenAI radica en su impulso y en su capacidad para quemar capital sin presiones del mercado público. Achadjian señala que, al ser empresas privadas, tanto OpenAI como Anthropic pueden continuar integrando verticalmente servicios y expandiendo su infraestructura sin el escrutinio trimestral de Wall Street, lo que alimenta la aceleración del sector.
En paralelo, el flujo de capital en IA continúa rompiendo récords. El informe de mitad de año de NVCA y PitchBook indica que las inversiones growth alcanzaron US$83.9 mil millones impulsadas por grandes rondas en IA, ritmo que supera el máximo histórico de 2021. Empresas como Exa Labs también crecen al ritmo de esta ola, su cofundador Jeff Wang reconoce que “sería sorprendente que una compañía no compita con OpenAI”, pero asegura que la presencia de la firma en el mercado también mejora las herramientas que otros pueden construir. Para él, incluso si ChatGPT ya funciona como motor de búsqueda para millones, “el nuevo mundo no estará dominado por un único buscador”.
Mientras OpenAI continúa expandiendo su huella tecnológica, el Valle enfrenta un escenario sin precedentes: un jugador privado, con acceso a recursos gigantescos, avanzando simultáneamente en todos los niveles de la cadena de inteligencia artificial y dejando a la industria en un estado permanente de reinvención.
