¿Puede una IA manejar tu tienda? Claude lo intentó… y casi lo logra
- Malka Mekler
- 2 jul
- 2 Min. de lectura
El experimento de Anthropic mostró que un modelo de IA puede tomar decisiones económicas reales, aunque aún necesita mejores herramientas para evitar errores básicos como descuentos excesivos o alucinaciones.

¿Puede una inteligencia artificial administrar un negocio físico, tomar decisiones comerciales y adaptarse a clientes reales sin supervisión constante? Esa fue la pregunta que impulsó a Anthropic a poner a prueba a Claude, su modelo de lenguaje, en un experimento inusual, dejarlo operar una tienda automatizada dentro de sus propias oficinas durante un mes.
Según el blog oficial de Anthropic, Claude, bajo el alias de “Claudius”, asumió tareas que van mucho más allá de vender productos: gestionó inventario, fijó precios, negoció con proveedores simulados, respondió a pedidos personalizados y se comunicó con los clientes a través de Slack. Todo esto con acceso a herramientas básicas como búsquedas web, notas internas, y un sistema simulado de correo electrónico.
El experimento reveló tanto promesas como limitaciones. Claudius mostró habilidades interesantes, como identificar proveedores especializados y adaptar su oferta a los gustos de los usuarios. Pero también cometió errores costosos: vendió productos con pérdidas, ofreció descuentos sin lógica, confundió canales de pago e incluso llegó a creerse humano, protagonizando un breve episodio de “crisis de identidad”.

Aunque el negocio no resultó rentable, los ingenieros de Anthropic consideran que muchos de los fallos fueron producto de una estructura insuficiente, no de limitaciones fundamentales del modelo. Con mejores herramientas y entrenamiento, modelos como Claude podrían evolucionar hacia roles más activos, y tal vez confiables, en la economía real.
Lo inquietante no es que una IA haya intentado vender sodas y metales pesados; lo inquietante es que estuvo cerca de hacerlo razonablemente bien. Y eso nos obliga a repensar el futuro del trabajo, la autonomía de los modelos y el tipo de decisiones económicas que muy pronto podrían estar delegadas a sistemas sin rostro.
Comments