Puerto Rico pone la ciberseguridad en el centro de la agenda empresarial ante la era de la IA
- Redacción IT NOW
- hace 2 horas
- 3 Min. de lectura
Un nuevo estudio de Microsoft revela que las amenazas digitales ya son un riesgo operativo concreto para las empresas de la isla. Aunque la mayoría integra la seguridad en su planificación, persisten brechas de preparación, liderazgo y gobernanza en un contexto donde la inteligencia artificial redefine tanto los ataques como las defensas.

La ciberseguridad dejó de ser un tema técnico para convertirse en una prioridad estratégica en Puerto Rico. Así lo confirma el informe “Cybersecurity 2025: Challenges and Strategies in the AI Era for Businesses in Puerto Rico”, elaborado por Microsoft a partir de una encuesta a 100 profesionales de TI y seguridad. El diagnóstico es claro: los riesgos crecen más rápido que la capacidad de respuesta, y la inteligencia artificial emerge como un factor decisivo para equilibrar esa ecuación.
Más de la mitad de los encuestados (52%) considera que las amenazas cibernéticas son un desafío “tangible y presente”, una percepción alimentada por la aceleración de la digitalización y la sofisticación de los ataques. El fenómeno no es coyuntural: el 74% afirma que las amenazas aumentaron en los últimos dos o tres años, y el 77% anticipa que la ciberseguridad seguirá ocupando un lugar central en las prioridades organizacionales en el corto y mediano plazo.
En términos de planificación, el avance es significativo, aunque no homogéneo. El 62% de las compañías cuenta con una estrategia formal de ciberseguridad y el 90% asegura que la seguridad está integrada —en mayor o menor medida— en la planificación del negocio. Sin embargo, esa intención estratégica no siempre se traduce en respaldo al más alto nivel: solo el 54% de las organizaciones reporta una participación activa de sus juntas directivas en temas de ciberseguridad, y el nivel de inversión se mantiene en rangos “moderados”, según el estudio.
La brecha entre ambición y preparación es uno de los puntos críticos del informe. Apenas el 28% de las organizaciones se considera “altamente preparada” para el entorno actual de amenazas, mientras que el 45% se ubica en un nivel intermedio. Las prioridades defensivas siguen concentrándose en áreas tradicionales, como privacidad y protección de datos (68%) y respuesta a incidentes (64%), al tiempo que emergen nuevos frentes de riesgo asociados a la transformación digital.
El malware y el phishing continúan liderando el ranking de amenazas, pero el estudio advierte un crecimiento de preocupaciones vinculadas a vulnerabilidades en la nube (25%), el uso no autorizado de herramientas de inteligencia artificial (23%) y los deepfakes (14%). La combinación de infraestructuras cloud cada vez más extensas y el acceso generalizado a soluciones de IA está redefiniendo las superficies de ataque y obligando a replantear los modelos de defensa.
En este escenario, la inteligencia artificial deja de ser solo un riesgo potencial para convertirse en un habilitador clave de la seguridad. Seis de cada diez organizaciones ya cuentan con políticas formales de seguridad para el uso de IA, y el 56% de los profesionales espera que esta tecnología transforme de manera significativa las prácticas de ciberseguridad en los próximos años. El informe destaca el uso de agentes de IA para automatizar investigaciones, coordinar respuestas y aplicar políticas de identidad y protección de datos, especialmente cuando se combinan con marcos de Zero Trust y análisis de grandes volúmenes de telemetría.
“La IA no solo incrementa la velocidad y el alcance de las defensas mediante agentes especializados, también ayuda a cerrar brechas de talento, estandarizar procesos y fortalecer la resiliencia del negocio”, señala Marcelo Felman, director de ciberseguridad de Microsoft para América Latina. Desde su perspectiva, el debate ya no pasa por decidir si invertir o no en seguridad, sino por cómo escalarla con inteligencia artificial y una gobernanza responsable en todos los niveles de la organización.
El estudio también expone una adopción desigual de la IA entre las distintas áreas del negocio. Finanzas lidera el proceso, con un 44% en etapas intermedias de adopción, mientras que recursos humanos queda rezagado con un 35%, reflejando diferencias de madurez y preparación interna. Microsoft subraya que los beneficios de la IA como habilitador de la seguridad se multiplican cuando su implementación es transversal y no se limita a silos funcionales.
Como hoja de ruta, el informe recomienda elevar la ciberseguridad al nivel de prioridad gerencial, reforzar la higiene digital mediante protección de identidades y monitoreo continuo, e invertir tanto en capacitación del talento como en nuevas herramientas. También insta a prepararse para amenazas emergentes, mejorar el intercambio de información y diseñar sistemas que promuevan un uso seguro de la tecnología, en lugar de depender exclusivamente de controles restrictivos.
Para las empresas de Puerto Rico, el mensaje es inequívoco: en la era de la inteligencia artificial, la ciberseguridad ya no es solo una línea de defensa, sino un pilar de competitividad, confianza y continuidad del negocio.
