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Retrato de Alan Turing creado por un robot con IA se vendió por más de un millón de dólares

Redacción IT NOW
En una subasta histórica, un retrato del matemático pionero de la computación por un robot de inteligencia artificial se vendió por una cifra récord. El evento abre una polémica en el mercado del arte sobre el rol de la IA en la creación artística y su impacto en nuestra sociedad.

Un retrato de Alan Turing, considerado uno de los pioneros de la informática y la inteligencia artificial, ha roto récords en el mercado del arte. La obra, creada por el robot artista Ai-Da, fue subastada por Sotheby’s a un precio de 1.084.800 dólares, una cifra que cuadruplicó las expectativas iniciales de entre 120.000 y 180.000 dólares. Este evento no solo destaca por el precio alcanzado, sino también porque redefine el papel de la tecnología en el arte contemporáneo.


Ai-Da, el primer robot humanoide reconocido como artista, ha sorprendido a la crítica al plasmar en su obra “A.I. God” la imagen de Turing, un hombre que en vida sentó las bases de la inteligencia artificial. El retrato no solo es un homenaje al matemático, sino una invitación a reflexionar sobre el "poder divino" que atribuimos a la IA y sus crecientes capacidades en nuestra vida cotidiana.


La venta marca un momento crucial en la historia del arte moderno y contemporáneo, al establecer un precio de referencia para obras creadas por robots. El fenómeno de la IA en el arte no es nuevo, pero esta subasta eleva la conversación a un nivel que invita tanto a expertos en tecnología como a críticos de arte a repensar los límites de la creatividad y la originalidad.




Aidan Meller, director de Ai-Da Robot Studios, señala que la obra busca despertar preguntas sobre el rol de la inteligencia artificial en la sociedad. ¿Hasta qué punto los sistemas de IA pueden ser considerados autores con agencia propia? Según Meller, "A.I. God" plantea un dilema sobre el poder que estos algoritmos han alcanzado, mientras los humanos luchan por entender y controlar las implicaciones éticas y sociales de esta tecnología.


El éxito de la subasta también refleja el creciente interés del mercado del arte en piezas digitales y basadas en inteligencia artificial, lo que podría señalar el inicio de una nueva era. Ai-Da, impulsada por un avanzado modelo de lenguaje de IA, comentó que su obra es "un catalizador para el diálogo sobre las tecnologías emergentes". En sus palabras, "Alan Turing, como figura central en la historia de la computación, nos observa mientras avanzamos hacia un futuro donde la inteligencia artificial redefine cada aspecto de nuestras vidas".


Este retrato no solo es una obra visual, sino una provocación intelectual que nos recuerda la visión y el legado de Turing. El matemático, famoso por descifrar el código Enigma durante la Segunda Guerra Mundial y por sentar las bases de la computación moderna, seguramente vería en Ai-Da una evolución de sus propias ideas sobre el potencial de las máquinas.


Así, el éxito de “A.I. God” en Sotheby’s se convierte en un símbolo de cómo la inteligencia artificial no solo está cambiando industrias, sino también redefiniendo el sentido de la creación artística. Con esta venta, el arte y la tecnología continúan entrelazándose, lanzándonos preguntas que la sociedad deberá responder en su camino hacia el futuro.




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