Organizaciones sin fines de lucro aplican la inteligencia artificial en la asistencia a víctimas de violencia doméstica.
En un esfuerzo por combatir la violencia de género, República Dominicana ha apostado por la tecnología con la implementación de "Sara", un chatbot desarrollado para asistir a víctimas de violencia machista. Desde su lanzamiento en 2023, esta herramienta ha brindado apoyo a más de 3.000 usuarias, ofreciendo orientación, información sobre recursos legales y acceso a servicios de ayuda de manera segura y confidencial.
El diseño de "Sara" se centra en la accesibilidad y en la protección de datos sensibles, con un enfoque en ofrecer respuestas inmediatas y personalizadas a mujeres que buscan ayuda. Este chatbot, disponible las 24 horas, ha sido integrado en plataformas digitales como WhatsApp y redes sociales, facilitando el contacto a personas en situaciones de riesgo sin necesidad de exponerse físicamente.
Organizaciones de derechos humanos y agencias gubernamentales colaboraron en el desarrollo de "Sara" con el fin de adaptarla a las realidades locales. Según datos recientes, más del 60% de las usuarias que han utilizado el servicio indicaron que el chatbot fue su primer contacto con una red de apoyo, lo que evidencia su capacidad para romper barreras relacionadas con el miedo, la vergüenza o la falta de información.
Especialistas destacan que esta tecnología no sustituye a los servicios tradicionales, como los centros de acogida o el acompañamiento psicológico, pero sí actúa como un primer paso fundamental. "Es una puerta de entrada para muchas mujeres que no saben dónde acudir o que temen ser juzgadas", afirma Laura Pérez, representante de una ONG local.
De cara al futuro, el equipo detrás de "Sara" trabaja en mejorar sus capacidades a través de inteligencia artificial, incluyendo la posibilidad de detectar patrones de riesgo y alertar automáticamente a servicios de emergencia. Además, se está explorando la posibilidad de replicar esta iniciativa en otros países de la región, donde la violencia de género sigue siendo una problemática urgente.
La implementación de herramientas como "Sara" demuestra que la tecnología puede jugar un papel crucial en la defensa de los derechos humanos, ofreciendo soluciones innovadoras para problemas sociales complejos.
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