El informe de Deloitte posiciona a la IA como una solución clave para abordar los desafíos de descarbonización y asegurar cadenas de suministro resilientes.
Deloitte presentó "Tracking the Trends 2024", un análisis anual que aborda los desafíos y oportunidades en el sector de minería y metalurgia, destacando cómo la tecnología, y en particular la inteligencia artificial (IA), se posiciona como un elemento transformador para estas industrias.
La IA generativa emerge como una herramienta crucial para enfrentar las complejidades de la industria, desde optimizar procesos hasta reimaginar la forma en que se diseñan y operan las minas. Esta tecnología puede revolucionar no solo las cadenas de valor, sino también la toma de decisiones estratégicas, integrando análisis de datos avanzados y modelado predictivo para gestionar recursos de manera más eficiente.
Además, el informe subraya el potencial de los modelos de entrega a terceros (TPDM) como un enfoque para implementar soluciones tecnológicas de manera ágil y económica, permitiendo a las empresas probar capacidades antes de integrarlas completamente. Estas estrategias, basadas en relaciones colaborativas, facilitan la adaptación a las fluctuaciones del mercado y el incremento de la resiliencia operativa.
En un contexto marcado por la urgencia de avanzar hacia cero emisiones netas y garantizar la sostenibilidad de la cadena de suministro, las organizaciones recurren cada vez más a tecnologías operativas y herramientas analíticas. Estas tecnologías permiten maximizar el valor de los activos existentes, mejorar la productividad y equilibrar intereses contradictorios, como la eficiencia operativa y las demandas de sostenibilidad.
El estudio de Deloitte destaca que la transición hacia una economía baja en carbono requiere de la integración sincronizada de múltiples sistemas tecnológicos. La minería y la metalurgia, tradicionalmente rezagadas ante las innovaciones, están llamadas a adoptar un enfoque más proactivo para liderar estos cambios, colaborando con diversas partes interesadas y fortaleciendo sus capacidades digitales.
En un entorno global lleno de incertidumbre, donde las tensiones geopolíticas y los retos de descarbonización convergen, la inteligencia artificial y otras herramientas tecnológicas no solo representan una ventaja competitiva, sino un imperativo estratégico para garantizar la viabilidad y el crecimiento sostenido de estas industrias.
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