Un avance histórico: Harvard logró construir la primera computadora cuántica capaz de operar de forma continua
- Malka Mekler
- 6 oct
- 2 Min. de lectura
Con 3.000 qubits y la capacidad de inyectar 300.000 átomos por segundo, el prototipo funcionó sin necesidad de reinicios y podría operar indefinidamente.

Un equipo de físicos de la Universidad de Harvard logró construir la primera computadora cuántica capaz de operar de forma continua sin necesidad de reiniciarse, un avance que redefine los límites de esta tecnología y abre nuevas posibilidades en campos como la investigación médica, las finanzas o la criptografía. Según informó The Harvard Crimson, la máquina alcanzó un tiempo de funcionamiento superior a las dos horas, muy por encima de los escasos segundos que habían alcanzado los sistemas más avanzados hasta ahora.
La clave de este avance radica en resolver uno de los principales obstáculos de la computación cuántica: la pérdida de átomos o “atom loss”. Este fenómeno provocaba que los qubits, unidades de información basadas en partículas subatómicas, escaparan del sistema y lo hicieran fallar. Para enfrentarlo, los investigadores diseñaron un método que combina una “cinta transportadora de red óptica” y “pinzas ópticas” capaces de reponer átomos a gran velocidad, evitando la interrupción del proceso.
“Hay todavía un camino por recorrer y escalar desde donde estamos ahora, pero la hoja de ruta ya es clara con los experimentos que hemos realizado en Harvard”, explicó Tout T. Wang, investigador del laboratorio donde se desarrolló la máquina. El sistema actual contiene 3.000 qubits y puede inyectar hasta 300.000 átomos por segundo, superando la tasa de pérdida y permitiendo un funcionamiento prácticamente indefinido.
El proyecto fue liderado por el profesor Mikhail Lukin, pionero en computación cuántica y director de la Harvard Quantum Initiative, con la colaboración del físico del MIT Vladan Vuletić, quien destacó que esta innovación acerca el horizonte de máquinas cuánticas operativas de manera constante a apenas dos o tres años. “Antes se creía que estaba al menos a cinco años de distancia. Ahora parece mucho más cercano”, señaló Vuletić.
Este avance llega en un contexto de competencia global por dominar la computación cuántica, donde gobiernos y empresas han invertido miles de millones de dólares con la expectativa de desarrollar equipos capaces de resolver en minutos problemas que tomarían miles de años a una supercomputadora convencional. Para los jóvenes investigadores, como el doctorando Luke M. Stewart, el futuro inmediato está marcado por un terreno fértil en el que el hardware finalmente comienza a alcanzar el potencial de los algoritmos: “Es un área que está lista para descubrimientos”.



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