Vacaciones con trampa: estafas online aumentan en temporada alta

Uno de cada tres viajeros ha sido víctima de estafas digitales y los fraudes se multiplican en plataformas de reservas y pagos durante las vacaciones.

Con el aumento de las compras y reservas en línea durante las vacaciones de verano, los fraudes digitales se consolidan como una de las principales amenazas para los viajeros. Plataformas de eCommerce, motores de reserva, agencias en línea y hasta aplicaciones móviles se convierten en blancos ideales para ataques cada vez más sofisticados, que aprovechan la urgencia y el entusiasmo de los usuarios por planificar sus viajes.

El contexto es preocupante, según McAfee, uno de cada tres viajeros en Estados Unidos ha sido víctima de un fraude digital relacionado con vacaciones, y uno de cada cuatro ha perdido más de mil dólares. En México, las pérdidas de empresas digitales por estas prácticas fraudulentas oscilan entre US$520,000-US$676,000 en 2024, de acuerdo con el Índice Digital Report 2024 de Adyen. Estas cifras no sólo evidencian el impacto económico, sino también la creciente sofisticación de los métodos de estafa.

La masificación de las compras en línea entre los mexicanos, el 53% planea realizar todas sus gestiones de viaje en plataformas digitales, según la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), amplia la superficie de ataque. Y con ello, también se han diversificado las formas de fraude. Durante la temporada vacacional, proliferan los anuncios falsos de alquileres, correos electrónicos fraudulentos de aerolíneas, cobros adicionales no autorizados e incluso el uso de identidades generadas mediante inteligencia artificial y tecnología deepfake.

“La comodidad de las plataformas de compra no debe ser un obstáculo para que los usuarios tengan acceso a una seguridad digital”, señala Daniel Mazzucchelli, director de Expansión de Sumsub en Latinoamérica, quien advierte que muchos de estos fraudes ocurren sin que el usuario tenga oportunidad de validar la autenticidad de lo que está contratando. En ese sentido, tecnologías como la verificación de identidad digital, la autenticación multifactor o los sistemas de detección de fraude en tiempo real se vuelven aliados esenciales.

El auge de la IA conversacional también ha tenido un doble filo: mientras que el 32% de los viajeros nacionales la utiliza para planificar sus vacaciones, también se identificaron casos en los que los estafadores emplean esta tecnología para suplantar identidades o generar comunicaciones creíbles con fines maliciosos.

Más allá de las recomendaciones generales, la clave está en fortalecer los ecosistemas digitales del turismo desde su núcleo tecnológico, integrar sistemas de validación avanzados, monitorear patrones anómalos en las transacciones y garantizar el cifrado de los datos personales del usuario. La seguridad ya no es un valor agregado, sino un requerimiento básico para cualquier plataforma que busque operar en una economía digital confiable.

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