De acuerdo a un análisis de AWS, la inteligencia artificial impulsará ganancias de productividad de hasta 47% y salarios 35% más altos, pero urge capacitar a los trabajadores en las nuevas habilidades que demanda.
Según un reciente informe elaborado por Amazon Web Services (AWS) y Access Partnership, la inteligencia artificial (IA) cambiará radicalmente la forma en que se realiza el trabajo en las próximas décadas. El estudio, que encuestó a más de 1.300 empresas y 3.000 trabajadores en Estados Unidos, revela que para 2028 el 92% de las compañías esperan utilizar soluciones de IA, ya que consideran que tendrán un impacto positivo en su productividad.
Los encuestados vislumbran múltiples beneficios de la IA que se extenderán a través de las organizaciones. Si bien el 92% considera que el mayor beneficiario será el departamento de TI, también prevén ganancias importantes en áreas como ventas y marketing (85%), finanzas (81%) y recursos humanos (78%).
Entre los principales beneficios se destacan la automatización de tareas (64%), la mejora de flujos de trabajo y resultados (58%) y la optimización de la comunicación (54%). Es decir, la IA impulsará ganancias de eficiencia permitiendo a los empleados enfocarse en labores de mayor valor agregado.
Pero no solo las tareas operativas se verán impactadas. Los encuestados vislumbran que tecnologías de IA generativa, capaces de crear nuevos contenidos e ideas de forma autónoma, mejorarán la innovación y la creatividad. El 93% de las empresas y el 86% de los trabajadores esperan utilizar IA generativa en sus puestos laborales en 5 años. Quienes ocupan roles técnicos son los más entusiasmados, ya que el 61% de ellos prevé usar estas tecnologías extensivamente en ese período.
Adquirir habilidades en IA será clave para progresar profesionalmente, señala el 84% de los empleados. El 79% está interesado en capacitarse en esta área para mejorar su eficiencia en el trabajo, acceder a mejores salarios y avanzar más rápido en sus carreras.
De hecho, las empresas confirman que estarían dispuestas a pagar hasta un 47% más a quienes cuenten con habilidades en IA, siendo los departamentos de TI y ventas y marketing los que podrían obtener los aumentos más significativos. La brecha salarial se explica porque prevén que un trabajador con conocimientos de IA podría impulsar mejoras en productividad de hasta el 47% en sus organizaciones.
Incluso entre los trabajadores de mayor edad hay un alto interés por formarse en IA. El 66% de quienes tienen más de 55 años manifestó que realizaría cursos en la materia si su empresa se los ofreciera, motivados principalmente por la posibilidad de ser más eficientes en sus labores.
Sin embargo, el 92% de las empresas y el 93% de los empleados enfrentan al menos una barrera para acceder a programas adecuados de entrenamiento en habilidades de IA. Principalmente, no saben qué capacitaciones existen o cómo implementar iniciativas de formación internas efectivas.
Superar estas brechas será clave para aprovechar los beneficios que ofrece la IA y evitar una escasez de talentos en esta área, que hoy ya enfrentan 3 de cada 4 organizaciones.
Oportunidades y desafíos de la IA en la fuerza laboral
La adopción de la IA traerá cambios profundos en cómo se realiza el trabajo y en las habilidades que se requerirán para desempeñarse exitosamente. Si bien inicialmente se pensaba que la IA principalmente reemplazaría roles manuales o repetitivos, el estudio muestra que sus aplicaciones permearán funciones en todos los niveles y áreas.
Por ejemplo, el 88% de los encuestados prevé utilizar herramientas de IA en su trabajo diario dentro de 5 años. En promedio, esperan que la IA se encargue del 41% de sus tareas, permitiéndoles ser mucho más productivos.
Los trabajadores más beneficiados serán los especialistas técnicos, como desarrolladores de software y científicos de datos, ya que podrán automatizar un gran volumen de su trabajo gracias a la IA. Pero también se observarán ganancias importantes para perfiles no técnicos como los del área administrativa o atención al cliente, cuyas tareas repetitivas podrán ser absorbidas por soluciones de IA.
Si bien la IA impulsará mejoras de productividad y permitirá a los humanos enfocarse en labores de mayor valor agregado, es probable que se pierdan algunos puestos de trabajo debido a la automatización de ciertas tareas. Se espera que surjan nuevas profesiones vinculadas al diseño, construcción y gestión de sistemas de IA, pero también que otras se vuelvan obsoletas.
En este contexto, la formación de talento humano en IA se vuelve indispensable, tanto para quienes construyen esta tecnología como para quienes la utilizan en sus trabajos diarios. La creatividad, pensamiento crítico y resolución de problemas se ubican entre las principales habilidades que las empresas demandarán en esta nueva era de la IA. También será clave manejar consideraciones éticas y de gestión de riesgo.
Sin embargo, existe una gran desconexión entre la alta demanda por perfiles especializados en IA y la escasez de programas de capacitación disponibles. La mayoría de empresas y trabajadores no saben qué cursos existen ni cómo implementar iniciativas de entrenamiento efectivas internamente.
Invertir en capacitación en IA y fomentar sociedades entre la academia, el sector público y la industria será fundamental para cerrar estas brechas de habilidades, permitir que los talentos aprovechen las nuevas herramientas tecnológicas y allanar el camino hacia una transformación laboral positiva guiada por la IA.
Concientización, ética y políticas públicas: claves para una incorporación responsable de la IA
La rápida adopción de la IA trae grandes promesas de beneficios socioeconómicos, pero también riesgos potenciales. Cómo abordar de manera constructiva la transformación laboral guiada por esta tecnología es todo un desafío.
Si bien las empresas tienen claro el potencial de mejora en productividad de la IA, aún no logran traducir esto en inversiones concretas en capacitación de sus trabajadores. Es necesario crear más conciencia respecto al impacto que tendrá la IA en el corto plazo y la importancia estratégica de desarrollar talentos internos en la materia.
También es clave abordar consideraciones éticas, sesgos algorítmicos y la interpretación responsable de resultados de los sistemas de IA. Las empresas deben promover una cultura de transparencia y rendición de cuentas en torno a estas tecnologías emergentes.
Por su parte, los gobiernos pueden colaborar mediante el apoyo a programas educativos especializados en IA, el fomento de sociedades público-privadas y el financiamiento de investigación en el área. También les corresponde desarrollar marcos regulatorios que establezcan estándares éticos y guarden el bienestar de los ciudadanos.
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