La inteligencia artificial está revolucionando la industria del petróleo y del gas al proporcionar robots que realizan tareas peligrosas y hostiles de manera más eficiente que los trabajadores humanos.
El uso de la Inteligencia Artificial (IA) está revolucionando la forma en que se llevan a cabo ciertas tareas en diversas industrias, incluyendo el sector energético. Los robots equipados con IA, programados inicialmente por científicos y con algoritmos de aprendizaje automático y ciencia de datos, ahora son máquinas autónomas capaces de autoaprendizaje. Estos robots mejorados ayudan al personal a realizar tareas de manera más eficiente y reemplazan a los empleados en roles peligrosos y entornos hostiles, especialmente en la gestión de redes eléctricas, de petróleo y gas.
Los robots móviles, fijos y virtuales habilitados para IA son ampliamente utilizados en la industria petrolera, y se espera que su uso continúe creciendo. Un claro ejemplo es el Vehículo de Inspección Autónomo creado por Shell y Subsea 7, que puede navegar sin ayuda humana, tiene un tiempo de inmersión de 24 horas, puede alcanzar profundidades de 3.000 metros y viajar 40 km. Este robot marino AI realiza inspecciones más seguras y eficientes que los humanos, y con el tiempo podría ser entrenado para realizar tareas de mantenimiento de rutina.
Los robots de ubicación fija, como el Iron Roughneck de National Oilwell Varco, automatizan tareas repetitivas y peligrosas, como la conexión de tuberías de perforación en plataformas petroleras. Los robots virtuales, como los chatbots o asistentes virtuales, también están siendo utilizados en el sector petrolero para brindar información técnica sobre los productos y ayudar en la venta y asesoramiento de los mismos. En resumen, los robots habilitados para IA están creando nuevos roles y mejorando la eficiencia y seguridad en la industria energética.
“La IA está logrando que estos sectores industriales miren más allá de sus grupos tradicionales de contratación de talento. Este conjunto de nuevas tecnologías, actualmente fuera de la competencia central de la industria del petróleo y el gas, está siendo cooptada e internalizada por la industria petrolera, lo que mejorará significativamente las capacidades de los especialistas funcionales de nivel medio y superior que trabajan en el campo. Reducirá el personal administrativo y quizás elimine todo un estrato de empleados manuales poco calificados”, agregaron desde Getac.
El futuro del petróleo y el gas en alta mar son las plataformas no tripuladas operadas, inspeccionadas y mantenidas por equipos de robots autónomos mejorados con IA. Los robots mejorados con IA sustituirán cada vez más a los humanos en trabajos poco calificados, pesados o riesgosos o se convertirán en compañeros de trabajo, lo que ayudará a mejorar la exploración, la eficiencia de producción y el ciclo de inspección, mantenimiento y reparación.
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