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Cuáles son las mejores estrategias de gobernanza de datos

Cada día se producen alrededor de cinco trillones de bytes de datos, que se convierten en información valiosa para las empresas, pero surge el desafío de cómo manejarlos. Qué están haciendo empresas como Airbnb, Wells Fargo o Uber.




En un mundo cada vez más digitalizado, la gestión de datos se erige como un pilar fundamental para el éxito y la supervivencia empresarial. La explosión de la inteligencia artificial generativa, los avances en el Internet de las cosas (IoT) y el impacto de la pandemia de COVID-19 han elevado la importancia de la gobernanza de datos a niveles sin precedentes. Según cifras de Cisco, la producción diaria de datos ronda los cinco trillones de bytes, planteando un desafío crucial sobre cómo manejar esta avalancha de información.


El mercado de gobernanza de datos está experimentando un crecimiento significativo. Según estimaciones de Mordor Intelligence, se espera que alcance los US$8.000 millones en 2029, partiendo de los US$3.270 millones en 2024. Este aumento vertiginoso refleja el creciente interés empresarial en gestionar de manera efectiva los datos en un entorno cada vez más digitalizado.


Gastón Gugliotta, gerente general de Streambe, una empresa líder en soluciones tecnológicas en Argentina, señala que la proliferación de datos provenientes de diversas fuentes requiere una revisión de las prácticas de gestión de datos para potenciar la inteligencia empresarial. La capacidad de tomar decisiones informadas se incrementa con datos de calidad, pero esto también destaca la necesidad urgente de equilibrar la innovación tecnológica con la responsabilidad ética.



El respeto a la privacidad, la confidencialidad y la transparencia son fundamentales en la gestión de datos. Garantizar que solo las personas autorizadas accedan a la información, utilizarla solo para fines previamente establecidos y ser transparentes sobre las prácticas de recopilación y uso son pilares esenciales. Para Gugliotta, construir relaciones de confianza implica informar claramente a los usuarios sobre qué datos se recopilan, cómo se utilizan y con quién se comparten.


Los datos sensibles, como los historiales médicos o la información financiera, requieren un tratamiento especial debido a su naturaleza privada. La ética dicta la confidencialidad y privacidad en su manejo para evitar posibles perjuicios. Proteger esta información delicada es vital para garantizar transacciones seguras y prevenir fraudes.


Empresas como Airbnb, Wells Fargo y Uber destacan por implementar estrategias exitosas de gobernanza de datos. Airbnb ha apostado por la alfabetización interna en datos mediante su "Universidad de Datos", mientras que Wells Fargo ha centralizado sus datos para mejorar su precisión y confiabilidad. Uber, por su parte, ha adaptado sus políticas de gobernanza según las regulaciones locales, demostrando la importancia de la flexibilidad en un entorno global diverso.


El gobierno de datos abarca medidas para garantizar la seguridad, privacidad, precisión y disponibilidad de la información. Establecer estándares internos y externos, junto con regulaciones claras sobre el acceso y uso de datos, es esencial. Como señala Gugliotta, el manejo ético de datos no solo es una cuestión legal, sino también una responsabilidad moral que marca la diferencia en el desarrollo tecnológico responsable y confiable.


La combinación de tecnología avanzada y prácticas éticas no solo impulsa la innovación, sino que también establece un estándar para un futuro digital responsable y sostenible.


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