La región es un motor de impulso en un año de estancamiento. Los datos del mercado centroamericano y las curiosidades de Costa Rica, Honduras y El Salvador.
Chainalysis presentó su Reporte Geográfico de Criptomonedas 2022, que brinda un panorama mundial sobre la adopción de moneda digital en donde Latinoamérica está jugando un rol protagónico.
Según el estudio, la adopción global se estabilizó en el último año después de crecer constantemente desde mediados de 2019 y alcanzó su máximo histórico actual en el segundo trimestre de 2021. Desde entonces, la adopción se ha movido en oleadas: cayó, se recuperó y luego volvió a bajar. Sin embargo, la adopción mundial se mantiene muy por encima de sus niveles previos al mercado alcista de 2019.
De acuerdo al trabajo, que recoge la situación anual en 146 países, los mercados emergentes dominan el índice global de adopción de criptomonedas. De los primeros 20 países, diez son de ingresos medios bajos (tomando la clasificación del Banco Mundial al respecto): Vietnam (el líder general), Filipinas, Ucrania, India, Pakistán, Nigeria, Marruecos, Nepal, Kenia e Indonesia. Ocho son de ingresos medios altos (Brasil, Tailandia, Rusia, China, Turquía, Argentina, Colombia y Ecuador) y solo dos son de renta alta (Estados Unidos y Reino Unido).
Los usuarios de países de ingresos medianos bajos y medianos altos a menudo confían en las criptomonedas para enviar remesas, preservar sus ahorros en tiempos de volatilidad de la moneda fiduciaria y satisfacer otras necesidades exclusivas de sus economías. Estos países también tienden a apoyarse en Bitcoin y monedas estables más que otros países.
Le puede interesar: Minería de criptomonedas: ¿Se terminó el negocio?
América Latina es el séptimo mercado de criptomonedas más grande, con ciudadanos que recibieron US$562.000 millones en cripto desde julio de 2021 hasta junio de 2022. Esto representa un crecimiento del 40 % con respecto al total del año pasado. La región también alberga cinco de los treinta países principales en el índice criptográfico de este período: Brasil (7), Argentina (13), Colombia (15), Ecuador (18) y México (28).
En el listado global de adopción, los principales países de Centroamérica y Caribe se ubican así: República Dominicana (43), El Salvador (55), Costa Rica (65), Guatemala (69), Honduras (90), Nicaragua (99) y Panamá (104).
Cuando se toma en cuenta solo Latinoamérica, Brasil se posiciona lógicamente primero, pero hay varias curiosidades. Por ejemplo, cuatro países de Centroamérica y Caribe se colocan en el Top 15 de este ranking: Honduras (5), República Dominicana (10), Panamá (11) y Costa Rica (12).
Acaso fuera de pronóstico es que El Salvador, el primer país del mundo en adoptar al Bitcoin como moneda de curso legal, se encuentre relegado en el puesto 16.
Pero, ¿qué es lo que está impulsando este crecimiento? El principal es el uso de las criptomonedas como reserva de valor.
En abril, el Fondo Monetario Internacional descubrió que la tasa de inflación combinada de las cinco economías más grandes de América Latina (Brasil, Chile, Colombia, México y Perú), había superado el 8%, su máximo en 15 años. Cuatro meses después, actualizaron esa estimación al 12,1 %, el tope en 25 años.
En países como Venezuela y Argentina, la situación es aún peor, ya que enfrentan tasas de inflación interanuales del 114% y 79%, respectivamente, lo que significa que sus monedas físicas han perdido alrededor de la mitad de su valor en los últimos doce meses.
Si bien el Bitcoin aún no ha demostrado ser la cobertura contra la inflación que muchos preveían, las stablecoins (criptos diseñadas para permanecer vinculadas al precio de las monedas fiduciarias, como el dólar) son las favoritas en los países más afectados por la inflación en la región. De hecho, los datos de encuestas recientes sugieren que más de un tercio de los consumidores latinoamericanos ya usan monedas estables para realizar compras diarias.
El otro driver hallado por el reporte es que los habitantes de las economías latinoamericanas grandes y avanzadas tienen más probabilidades de adoptar criptomonedas no solo para ahorrar, sino también para obtener ganancias. En este sentido, Costa Rica es la noticia al ocupar el quinto lugar en términos de participación de DeFi en la criptoactividad total, detrás de Chile, Brasil, México y Perú.
De acuerdo al análisis, "esto significa que en estos países, un gran número de criptousuarios se involucran con protocolos sin permiso que les permiten prestar, comerciar, apostar y tomar prestados tokens de todo tipo, una actividad especulativa con un riesgo significativo y un potencial alcista".