top of page
Malka Mekler

El papel crucial del cambio de contraseñas

Las claves desempeñan un papel crucial en esta protección. Sin embargo, su fortaleza y vigencia son aspectos que a menudo subestimamos. ¿Con qué frecuencia deberíamos cambiarlas? ¿Por qué es esta práctica tan vital?




El 1 de febrero marcó  el "Change your password day" en Estados Unidos, un recordatorio anual de la importancia de mantener nuestras contraseñas actualizadas. No existe una regla general que abarque todas las situaciones, pero la necesidad de cambiarlas periódicamente es innegable.


Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica, destaca que las contraseñas representan la primera línea de defensa contra el acceso no autorizado a nuestras cuentas y datos personales. La frecuencia ideal de cambio varía según la complejidad de la contraseña. Una contraseña simple, de apenas siete caracteres, podría ser vulnerada en tan solo dos segundos por un cibercriminal. Ante este riesgo inminente, la actualización periódica se convierte en una prioridad.



La evolución de las técnicas y herramientas utilizadas por los ciberdelincuentes añade urgencia a esta práctica. El uso de software avanzado permite descifrar contraseñas en tiempo récord, haciendo hincapié en la necesidad de mantenernos un paso adelante en la protección de nuestras cuentas.


Según los expertos de ESET, la frecuencia de cambio varía según la complejidad de la contraseña. Aquellas que contienen únicamente letras, tanto mayúsculas como minúsculas, deberían actualizarse mensualmente. Si se incorporan números, este intervalo se extiende a seis meses. Y si además incluyen símbolos, un cambio anual podría ser suficiente. Sin embargo, se enfatiza que esta guía es una referencia general y que las claves bancarias u otras de alta sensibilidad pueden requerir cambios más frecuentes.


Más allá de la actualización periódica de contraseñas, existen otras prácticas esenciales para proteger nuestra información personal. El uso de contraseñas robustas, el almacenamiento seguro y el empleo de la autenticación de doble factor son medidas complementarias que refuerzan nuestra seguridad digital.



Comments


bottom of page