La analítica de datos permite prever necesidades, optimizar recursos y reducir el fraude en los sistemas de salud, impactando tanto en el sector público como privado.
La analítica de datos y la IA están transformando los sistemas de salud, permitiendo que estos operen con mayor eficiencia y efectividad. Estas tecnologías emergen como herramientas fundamentales para optimizar procesos y mejorar la distribución de recursos, una necesidad crítica en sistemas públicos y privados que enfrentan restricciones presupuestarias y desafíos operativos.
Mario Ulloa, especialista de SAS, destaca cómo la analítica permite gestionar con mayor exactitud las compras y la distribución de medicamentos. Este proceso no solo asegura adquirir la cantidad exacta en el momento adecuado, sino también cumplir con requisitos específicos, como las condiciones de almacenamiento. Según Ulloa, este enfoque minimiza las pérdidas económicas y reduce el impacto del fraude hospitalario, permitiendo un monitoreo detallado desde una visión global hasta el análisis de casos específicos.
La capacidad predictiva de la analítica, explica Ulloa, también se extiende a la planificación preventiva en salud. Al analizar factores como el clima y las tendencias epidemiológicas, las soluciones de IA anticipan brotes de enfermedades y diseñan estrategias de mitigación antes de que los problemas se materialicen. Esto no solo optimiza la atención médica, sino que contribuye a mantener a la población más saludable al reducir la incidencia de enfermedades.
Además, resalta cómo estas tecnologías permiten prever necesidades a largo plazo al identificar patrones en datos demográficos. Por ejemplo, al analizar la cantidad de mujeres embarazadas en una región, es posible planificar recursos futuros, como quirófanos, vacunas y servicios educativos, alineando las infraestructuras de salud con las demandas esperadas de la población.
Por su parte, Juan Manuel Bello, Alliance Manager para SAS México, Caribe y Centroamérica, enfatiza el impacto de la analítica en los sistemas de salud privados, aunque reconoce que su adopción aún es limitada. Señala que estas soluciones son clave para abordar problemas como el subabastecimiento o sobreabastecimiento de medicamentos. En el sector público, agrega, la analítica se prioriza debido a su capacidad para maximizar el uso de presupuestos compactos, generando ahorros significativos que pueden ser reinvertidos en mejoras estructurales y operativas.
En última instancia, tanto Ulloa como Bello coinciden en que la implementación de analítica e IA en los sistemas de salud no solo optimiza recursos, sino que redefine las prioridades presupuestarias. Estas tecnologías representan una inversión estratégica con impacto tangible en la calidad de los servicios de salud y en la sostenibilidad financiera a largo plazo.
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