El YouTuber que nunca duerme: así funciona un canal 100% potenciado por IA
- Malka Mekler
- 3 jul
- 2 Min. de lectura
Bloo, un personaje animado gestionado por IA, ya supera los 2,5 millones de suscriptores y ha generado ingresos millonarios.

Los influencers virtuales están dejando de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad rentable, impulsada por la inteligencia artificial. Según reporta CNBC, los llamados “VTubers”, creadores digitales que simulan ser personajes animados con voz, gestos y personalidad propia, están revolucionando YouTube y generando millones de dólares en ingresos, gracias a herramientas de IA generativa cada vez más sofisticadas.
Uno de los casos más representativos es el de Bloo, un personaje con cabello azul brillante y ojos oscuros que acumula más de 2,5 millones de suscriptores y 700 millones de vistas jugando títulos como Minecraft o Roblox. Detrás de esta figura está Jordi Van Den Bussche, creador de contenido que reemplazó su presencia humana por un avatar completamente digital. “El defecto en esta ecuación es el humano”, dijo van den Bussche a CNBC. “La única forma lógica era sustituirlo”.
El canal de Bloo funciona con una mezcla de humanos y tecnologías de IA que automatizan tareas como generación de miniaturas, doblaje multilingüe y guiones. Entre las herramientas utilizadas se encuentran ChatGPT, Gemini, Claude y ElevenLabs. Aunque aún se requiere supervisión humana para mantener la calidad del contenido, el objetivo final es la autonomía total mediante inteligencia artificial.
Esta tendencia no se limita a un solo canal. Plataformas como Hedra están desarrollando motores generativos como Character-3, capaces de crear personajes completamente automatizados que actúan y hablan sin intervención directa. Su tecnología ya impulsa proyectos como Talking Baby Podcast o videos musicales de artistas virtuales como Milla Sofia.
Pero no todo es espectáculo animado. Otra vertiente son los canales “sin rostro”, dirigidos por creadores como GoldenHand, quien publica hasta 80 videos diarios con narración, imágenes generadas por IA y sin aparecer frente a la cámara. Todo, desde el concepto hasta la ejecución, es obra de sistemas automatizados. Incluso lanzó TubeChef, una plataforma para escalar esta fórmula.
El auge de este tipo de contenido también genera preocupaciones. El término “AI slop” describe la sobreproducción de material genérico, muchas veces de baja calidad, que inunda plataformas como YouTube o TikTok. La línea entre lo humano y lo fabricado por máquinas se vuelve cada vez más difícil de distinguir. “Estamos entrando en una época donde no sabremos qué está hecho por personas y qué no”, advierte Henry Ajder, especialista en políticas de IA.
Aun así, la lógica del algoritmo sigue siendo clara: si los videos generados por IA acumulan vistas, seguirán produciéndose. La tecnología está ampliando los márgenes de lo posible, tanto para la creatividad genuina como para el contenido repetitivo. La transformación del entretenimiento digital ya está en marcha, y la IA es su motor principal.
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