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Eliminan el login para usar la versión libre de ChatGPT

OpenAI busca llegar a más usuarios al eliminar el requisito de registro para utilizar la versión básica de su chatbot, aunque esto podría implicar ciertos riesgos.



En un movimiento que apunta a extender el alcance de sus herramientas de procesamiento de lenguaje natural, OpenAI anunció que los usuarios de ChatGPT en determinadas regiones ya no necesitarán crear una cuenta para acceder al servicio gratuito. Esta decisión marca un cambio de rumbo respecto a la política previa que obligaba a cualquier visitante a registrarse, incluso para disfrutar de las capacidades básicas del modelo GPT-3.5 que impulsa la versión sin costo.


No obstante, vale recordar que este modelo ha sido ampliamente cuestionado por proporcionar respuestas menos precisas en comparación con GPT-4, el sistema de vanguardia disponible únicamente a través de los planes de suscripción pagos de ChatGPT Plus.


Prescindir de las barreras de ingreso permitiría captar nuevos usuarios cautivados por la novedad del asistente virtual y, posteriormente, ofrecer una actualización a las versiones premium.


Sin embargo, esta apertura indiscriminada no está exenta de riesgos. Por un lado, los menores de edad podrían burlar los términos de servicio al utilizar ChatGPT sin supervisión parental. Por otro, algunos expertos alertan sobre posibles abusos orientados a evadir los cargos mediante solicitudes automatizadas que exploten la nueva disposición.


OpenAI asegura haber reforzado los controles de contenido para mitigar estas amenazas, aunque no ha dado detalles sobre la naturaleza de tales salvaguardas. Además, persiste la inquietud de que exhibir únicamente las prestaciones de GPT-3.5 podría restarle atractivo frente a rivales de última generación como Gemini Pro 1.5 de Google o Claude 3 de Anthropic.


Pese a estos reparos, la compañía se mantiene firme en su apuesta por "hacer que la IA sea accesible para cualquier persona curiosa sobre sus capacidades", según reza su blog. Una meta ambiciosa que, de concretarse, podría cimentar el camino hacia una era de adopción masiva de los asistentes conversacionales impulsados por inteligencia artificial.


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