El ambicioso proyecto de World Liberty Financial, una criptomoneda promovida por el expresidente de Estados Unidos, no logró cumplir con sus metas de recaudación inicial, alcanzando menos del 4% de su objetivo.
El mundo de las criptomonedas ha sido testigo de muchos lanzamientos ambiciosos, pero pocos con el respaldo de una figura política tan prominente como Donald Trump. Sin embargo, el debut de "WLFI", la moneda digital promovida por Trump, ha quedado lejos de sus expectativas iniciales.
La plataforma World Liberty Financial (WLF), que se presenta como un "criptobanco" diseñado para permitir a los usuarios prestar, invertir y pedir prestado activos digitales, comenzó su venta de tokens esta semana con la meta de recaudar 300 millones de dólares. A pesar de las expectativas generadas, apenas logró recaudar cerca de 12 millones en las primeras 24 horas.
El equipo detrás de WLF había generado un fuerte entusiasmo antes del lanzamiento. Zachary Folkman, cofundador del proyecto, afirmó en una transmisión en vivo que más de 100.000 personas estaban registradas para participar en la compra de los tokens. Sin embargo, los datos de la blockchain muestran que solo unas 9.000 carteras digitales adquirieron la criptomoneda, una cifra muy baja en comparación con el número de interesados registrados.
El plan inicial era vender 20 mil millones de tokens a un precio de 1,5 centavos por unidad, con el objetivo de alcanzar una valoración de 1.500 millones de dólares. Pero hasta ahora, se han vendido menos del 4% de los tokens disponibles, una clara señal de que el mercado no respondió como se esperaba.
Más allá del evidente desajuste entre las expectativas y la realidad, varios problemas técnicos y regulatorios han afectado el lanzamiento de WLFI. El sitio web de WLF, el único lugar autorizado para la compra de los tokens, experimentó frecuentes caídas durante la venta, con mensajes de "mantenimiento" que frustraron a muchos inversores potenciales.
Además, el hecho de que WLFI sea una oferta de token bajo la Regla D de la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC) limitó el acceso al público en general. Esta regulación solo permite la inversión de "inversores acreditados", es decir, aquellos con un patrimonio neto superior a un millón de dólares. Esta restricción redujo significativamente el grupo de posibles compradores, impactando directamente en la capacidad de recaudar fondos.
A pesar de la promoción realizada por Trump en redes sociales, donde describió al cripto como "el futuro", el proyecto enfrenta desafíos sustanciales. WLF no ha presentado un libro blanco oficial ni un plan de negocios completo. Lo poco que se ha divulgado es una breve propuesta de 400 palabras en un foro de gobernanza de Aave, una plataforma de préstamos cripto. Por ahora, los inversores que compraron WLFI solo tienen una especie de pagaré, ya que la plataforma del criptobanco aún no ha sido aprobada ni está en funcionamiento, según informó CNBC.
Esto deja a los compradores con poco más que promesas, mientras el dinero recaudado se almacena en la tesorería del proyecto hasta que se cumplan los requisitos necesarios para que el banco de criptomonedas vea la luz.
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