Google reescribe internet con IA (y los medios están pagando el precio)

Con caídas superiores al 50% en tráfico orgánico, medios como HuffPost, The Washington Post y Business Insider aceleran la búsqueda de modelos sostenibles.

La irrupción de la inteligencia artificial generativa está reconfigurando radicalmente la forma en que accedemos a la información en internet, y el impacto más severo lo están sintiendo los sitios de noticias. Según un reportaje del Wall Street Journal, las nuevas funciones impulsadas por IA en Google, como AI Overviews y AI Mode, están reemplazando la necesidad de hacer clic en los tradicionales enlaces azules, reduciendo drásticamente el tráfico que históricamente recibían los medios digitales.

Estas herramientas, diseñadas para ofrecer respuestas completas directamente en la página de resultados o en formato conversacional tipo chatbot, están modificando la lógica fundamental del buscador: pasar de ser un motor de búsqueda a convertirse en un “motor de respuestas”, como lo expresó Nicholas Thompson, CEO de The Atlantic. Esta transformación tecnológica está debilitando uno de los pilares más estables para la visibilidad editorial, el tráfico orgánico desde Google.

El daño ya es medible. Según datos de Similarweb, sitios como HuffPost, The Washington Post y Business Insider han visto reducciones del 50% o más en su tráfico por búsquedas orgánicas en los últimos tres años. En el caso de Business Insider, esto derivó en la reducción del 21% de su plantilla. El propio Thompson alertó a su equipo que debían prepararse para un escenario en el que el tráfico desde Google se acercaría a cero.

Google sostiene que aún deriva visitas a medios y que los usuarios que hacen clic tras leer un resumen de IA tienden a quedarse más tiempo en los sitios. También afirma que evita mostrar resúmenes cuando se trata de noticias de actualidad. Sin embargo, para los contenidos evergreen —como guías, reseñas de productos o artículos de salud—, estas nuevas funciones suponen una competencia directa.

Este cambio se suma a una larga historia de tensiones entre tecnología y medios, desde la caída de los ingresos por publicidad impresa, el desinterés de plataformas sociales por promover noticias, hasta los continuos ajustes del algoritmo de búsqueda de Google. Ahora, con la IA generativa, los modelos que entrenan a los chatbots se nutren del contenido periodístico que los propios medios publican, en muchos casos sin compensación ni consentimiento, lo que ha llevado a demandas por derechos de autor y negociaciones por licencias.

Mientras tanto, algunos medios están reorientando sus esfuerzos hacia la fidelización directa del lector a través de suscripciones, aplicaciones móviles, newsletters, eventos y nuevas experiencias digitales. La batalla tecnológica ya no es solo por tráfico, sino por relevancia y sostenibilidad en un ecosistema donde las respuestas se generan antes de que alguien pregunte por el origen.

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