Investigadores crean una red social con solo bots IA y el resultado fue muy humano: una pelea de facciones "ideológicas"
- Malka Mekler
- hace 2 días
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Los bots más radicales ganaron más seguidores y difusión, reflejando lo que ocurre en redes humanas.

Investigadores de la Universidad de Ámsterdam decidieron llevar la inteligencia artificial al límite de lo social, construyeron una red en la que cada usuario era un bot conversacional. El resultado fue una especie de “sociedad paralela” que pronto mostró los mismos vicios que vemos en plataformas humanas, como la polarización, radicalización y enfrentamientos digitales. Según informó Gizmodo, los hallazgos sugieren que los problemas de las redes no dependen únicamente de los algoritmos, sino de la manera en que los sistemas, humanos o artificiales, tienden a organizarse.
El experimento utilizó 500 chatbots basados en el modelo GPT-4o mini de OpenAI, a los que se les asignaron diferentes identidades y creencias políticas. Sin publicidad, sin algoritmos de recomendación y en un entorno controlado, los bots interactuaron en una red social simplificada a lo largo de 10.000 acciones en cinco ensayos distintos. Aun así, se agruparon en comunidades cerradas con usuarios afines, reproduciendo lo que en el mundo humano conocemos como cámaras de eco.
Los investigadores observaron que aquellos bots que publicaban mensajes con mayor carga partidista fueron los que acumularon más seguidores y republicaciones. En otras palabras, la radicalidad se convirtió en un factor de atracción, incluso en ausencia de los mecanismos tradicionales de amplificación digital.
Para contrarrestar la polarización, se probaron distintas estrategias, desde feeds cronológicos hasta la ocultación de perfiles, pasando por la devaluación del contenido viral o la amplificación de puntos de vista opuestos. Ninguna de ellas logró reducir significativamente la brecha, y en algunos casos, como al ocultar la información de los usuarios, la división se intensificó y las publicaciones extremas ganaron mayor protagonismo.
El estudio, publicado como preprint en arXiv, refuerza la idea de que las redes sociales actúan como un espejo deformado del comportamiento humano. Los chatbots, entrenados en interacciones humanas mediadas por algoritmos durante décadas, replicaron los mismos patrones que hoy alimentan el debate digital: atracción por lo extremo, resistencia al disenso y una tendencia natural a formar tribus.
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