iPhone Air y la nueva era del hardware de Apple
- Malka Mekler
- 10 sept
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 11 sept
La compañía renovó su línea de dispositivos con pantallas de mayor tasa de refresco, cámaras de 48 MP, conectividad satelital en relojes inteligentes y auriculares capaces de traducir idiomas en vivo.

Apple presentó su nueva generación de dispositivos en un evento que, según TechCrunch, puso sobre la mesa cambios significativos en el iPhone, el Apple Watch y los AirPods, marcando un avance en diseño y funciones orientadas a la conectividad y el rendimiento.
El iPhone 17 llega con una pantalla ligeramente más grande de 6.3 pulgadas y una tasa de refresco de 120 Hz, un salto notable frente a los 60 Hz del modelo anterior. Además, incorpora una cámara ultra gran angular de 48 megapíxeles y almacenamiento base de 256 GB, duplicando la capacidad inicial del iPhone 16. Los modelos Pro modifican de manera radical el diseño trasero, con tres cámaras que se alinean en una barra rectangular que ocupa todo el ancho del dispositivo, mientras que el marco de titanio fue reemplazado por aluminio.

La gran novedad fue el iPhone Air, el teléfono más delgado que Apple ha fabricado hasta ahora con apenas 5.6 mm de grosor. Sustituye a la versión Plus y apuesta por un diseño estilizado con pantalla de 6.6 pulgadas, frecuencia de 120 Hz y compatibilidad exclusiva con eSIM. Esta decisión responde a la competencia en el mercado de smartphones ultradelgados, donde compañías como Samsung y Huawei ya habían dado pasos en esa dirección.
En el terreno de los wearables, la compañía reveló el Apple Watch Ultra 3, que integra carga más rápida, soporte 5G, conectividad satelital y un sensor para monitorear la presión arterial. El Series 11 también incorpora esta última función, mientras que el SE 3 se actualiza con pantalla siempre encendida gracias al chip S10, aunque mantiene una línea más básica en prestaciones.

Por su parte, los AirPods Pro 3 introducen cambios en tamaño y capacidad. Más pequeños y con mejor calidad de audio, incluyen un sensor de frecuencia cardíaca y tecnología de traducción en vivo impulsada por Apple Intelligence, abriendo un nuevo frente en la convergencia entre hardware y software.
Aunque el evento estuvo cargado de anuncios, un detalle no pasó inadvertido: Apple evitó hacer referencia a una Siri mejorada con inteligencia artificial, un movimiento que contrasta con el impulso que Google y otros competidores han dado a sus asistentes digitales.
