¿La IA nos está volviendo más tontos?
- Redacción IT NOW
- 13 feb
- 2 Min. de lectura
Un estudio de Microsoft y la Universidad Carnegie Mellon advierte que el uso de la inteligencia artificial podría estar debilitando nuestra capacidad de pensamiento crítico y haciéndonos más dependientes de sus respuestas.

La inteligencia artificial está transformando la manera en que trabajamos, optimizando tareas y permitiendo que los trabajadores del conocimiento sean más eficientes. Sin embargo, un reciente estudio realizado por Microsoft y la Universidad Carnegie Mellon revela una preocupante consecuencia: el uso frecuente de la IA podría estar reduciendo nuestra capacidad de pensamiento crítico.
El análisis, que encuestó a 319 trabajadores del conocimiento, analizó cómo y cuándo estos profesionales utilizan herramientas de IA para sus labores diarias. Los resultados indican que a mayor dependencia de la inteligencia artificial, menor es el esfuerzo percibido para el pensamiento crítico. Es decir, cuanto más se recurre a la IA, menos se ejercitan las habilidades cognitivas.
Según los investigadores, esta dinámica cambia la forma en que los trabajadores emplean su capacidad analítica, trasladando su enfoque hacia la verificación de información, la integración de respuestas y la supervisión de tareas. No obstante, aquellos que confían más en sus propias habilidades perciben un mayor esfuerzo al evaluar y aplicar las respuestas generadas por la IA.
Otro hallazgo clave del estudio es que las personas que dependen en exceso de la IA tienden a producir un conjunto más limitado de resultados para una misma tarea, en comparación con quienes trabajan sin estas herramientas. Esta homogeneización podría reducir la creatividad y la capacidad de resolver problemas de manera innovadora.
El informe también destaca la ironía de la automatización: al mecanizar tareas rutinarias y dejar la gestión de excepciones a los humanos, se les priva de la oportunidad de practicar su juicio y fortalecer su capacidad cognitiva. Como resultado, cuando surgen situaciones imprevistas, las personas pueden encontrarse menos preparadas para enfrentarlas.
A pesar de estas preocupaciones, el estudio también reconoce que la IA mejora la eficiencia laboral. La clave está en encontrar un equilibrio: si bien estas herramientas facilitan la realización de tareas complejas, también es fundamental que los usuarios mantengan un rol activo en el proceso de análisis y decisión para evitar una dependencia excesiva.
Microsoft sugiere que estos hallazgos podrían ayudar a diseñar herramientas de IA que fomenten el pensamiento crítico, en lugar de reemplazarlo. La solución podría estar en desarrollar funciones que incentiven a los usuarios a evaluar, interpretar y desafiar la información proporcionada por la IA.
El debate no es nuevo. Durante años, los expertos han discutido si las herramientas de corrección ortográfica han debilitado nuestras habilidades de escritura. Ahora, la IA plantea un desafío similar: podría estar haciéndonos menos propensos a cuestionar, analizar y desarrollar nuestro propio criterio.
Con el auge de la IA y el crecimiento exponencial de usuarios de herramientas como ChatGPT, que cuenta con más de 300 millones de usuarios activos mensuales según OpenAI, la preocupación por su impacto en nuestras habilidades cognitivas cobra mayor relevancia. A medida que la IA siga evolucionando, será crucial garantizar que su implementación complemente el intelecto humano en lugar de reemplazarlo.
