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La inteligencia artificial puede ser responsable

Hoy, se están desarrollando soluciones de IA para ampliar el potencial humano, mejorar la inclusión y mejorar la accesibilidad para las personas con discapacidades.


Por Adriana Díaz, directora de relaciones públicas y sostenibilidad de Intel Costa Rica.


Últimamente se habla mucho de la Inteligencia Artificial (IA) y su enorme potencial para impactar en diferentes ámbitos del quehacer humano. La IA se ha convertido en una parte clave de la vida cotidiana, transformando la manera en que vivimos, trabajamos, aprendemos y resolvemos múltiples desafíos.


En este contexto, es vital que quienes trabajamos para potenciar el uso de esta herramienta nos esforcemos continuamente por desarrollar tecnologías de IA de manera responsable, para que nuestros esfuerzos no marginen a las personas, utilicen los datos de manera poco ética o discriminen a diferentes poblaciones. Estos son problemas que nosotros, como desarrolladores de sistemas de IA, debemos prevenir.

Habilitar una IA ética y equitativa, requiere un enfoque integral en torno a las personas, los procesos, los sistemas, datos y algoritmos.


IA con impacto positivo


La tecnología tiene el potencial para enriquecer la vida de cada persona en el planeta. La IA puede crear un cambio global, dándonos herramientas poderosas para crear un futuro responsable, inclusivo y sostenible.


El poder de esta tecnología debe servirnos para abordar desafíos globales como pandemias, desastres naturales y salud pública, entre muchos otros.


Hoy, se están desarrollando soluciones de IA para ampliar el potencial humano, mejorar la inclusión y mejorar la accesibilidad para las personas con discapacidades.

La educación es clave


La IA también puede ser clave para cerrar la brecha digital. Los estudiantes de hoy son los innovadores del mañana. Si bien el impacto de las tecnologías emergentes como la IA es innegable, el grado en que influye y prepara a los jóvenes actualmente depende de una variedad de factores, como el país, el género y la edad. Por lo tanto, aunque la IA está en todas partes, la oportunidad de beneficiarse de ella y darle forma no lo está.


Nuestros estudiantes necesitan las habilidades y los recursos adecuados para comprender qué es la IA, cómo se diseña y por qué es importante en el mundo digital actual. Es esencial desmitificar y democratizar la IA para la próxima generación de innovadores de manera inclusiva, independientemente del género, la etnia o la ubicación.


El último índice de IA 2023 de la Universidad de Stanford, publicado en el mes de abril, señala que la inversión privada mundial en IA para 2022 fue de 91.900 millones de dólares. Pese a registrar una baja en comparación con 2021, la primera de la década, hay gran interés por seguir desarrollando el enorme potencial de esta tecnología.


Como industria tecnológica debemos estar comprometidos con el avance de la IA de manera responsable. También es necesario colaborar con la academia y socios estratégicos, para avanzar en la investigación e impulsar un cambio positivo, con soluciones de IA responsables, que sean computacionalmente manejables y eficientes.


La IA ha recorrido un largo camino, pero aún queda mucho más por descubrir a medida que la tecnología evoluciona. Sin duda, seguiremos escuchando y aprendiendo de ella.




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