Sería una versión de ChatGPT centrada en la privacidad para bancos, proveedores de atención médica y otras grandes organizaciones preocupadas por las fugas de datos y el cumplimiento normativo.
Este nuevo producto ejecutará ChatGPT en servidores dedicados, separados de los utilizados por otras empresas o usuarios individuales, según un informe de The Information. Al hacer esto, se evitará que los datos confidenciales se utilicen para entrenar el modelo de lenguaje de ChatGPT y se evitarán las fugas de datos inadvertidas. Microsoft puede anunciar este producto a finales de este trimestre, pero el problema es que podría costar hasta 10 veces más que la versión normal de ChatGPT.
OpenAI también está planeando un producto similar, que permitirá a las empresas enviar entradas a ChatGPT sin utilizarlo para entrenar sus modelos de lenguaje de forma predeterminada. La principal diferencia es que la versión de Microsoft utilizará su plataforma Azure como backend, mientras que la versión de OpenAI utilizará otras plataformas de la competencia, como Amazon Web Services.
Las instancias privadas de ChatGPT podrían permitir que estos empleados aprovechen los productos de IA generativa sin filtrar información interna a otras empresas o al público.
Samsung ya prohibió a sus empleados usar chatbots como ChatGPT o Bard de Google en sus dispositivos de trabajo después de que un empleado ingresó un "código fuente interno" en ChatGPT en abril.
Otras empresas como Verizon, JPMorgan Chase, Citigroup y Goldman Sachs también han tomado medidas similares. Este movimiento se produce después de la "inversión multianual y multimillonaria" de Microsoft en OpenAI, que permite al gigante revender los productos de la firma de IA. Como resultado, las dos empresas pueden terminar compitiendo por algunos de los mismos usuarios.