Nvidia y Broadcom ponen a prueba la fabricación de Intel: ¿una nueva oportunidad para el gigante de los chips?

Las pruebas de manufactura realizadas por las compañías con el proceso Intel 18A representan un voto de confianza inicial en la tecnología del fabricante estadounidense. Sin embargo, aún es incierto si esto se traducirá en contratos que revitalicen su negocio de fundición.

Nvidia y Broadcom han iniciado pruebas con la tecnología de manufactura de Intel, específicamente con su proceso avanzado 18A. Según información revelada por Reuters, este paso sugiere una evaluación seria del gigante de los chips como una alternativa viable a TSMC, el líder global del sector.

Intel ha estado luchando por consolidar su negocio de fundición, una estrategia central en su intento de recuperar el liderazgo en la industria de semiconductores. A pesar de los retrasos en el desarrollo de sus tecnologías y la reciente salida de su CEO Pat Gelsinger, el interés de Nvidia y Broadcom podría representar un resurgimiento para la compañía.

Las pruebas con el proceso Intel 18A buscan evaluar la capacidad de la empresa para fabricar chips de alto rendimiento, como aquellos orientados a la inteligencia artificial. Este proceso compite directamente con las tecnologías más avanzadas de TSMC, lo que, de ser exitoso, podría atraer contratos millonarios y fortalecer la posición de Intel en el mercado.

Aunque las pruebas indican un primer paso positivo, no aseguran que Nvidia y Broadcom lleguen a firmar acuerdos de fabricación con Intel. Históricamente, este tipo de evaluaciones pueden durar meses y, en algunos casos, no conducen a compromisos comerciales definitivos. De hecho, Broadcom había realizado pruebas similares el año pasado sin que esto derivara en un contrato.

A la ecuación se suma AMD, otro actor clave en la industria, que también estaría considerando el proceso 18A, aunque no se ha confirmado si ha enviado chips para pruebas.

El interés en la tecnología de Intel no solo responde a razones comerciales, sino también a una estrategia geopolítica. El gobierno de Estados Unidos ha intensificado sus esfuerzos para impulsar la producción local de semiconductores y reducir la dependencia de China. Intel, como el único fabricante estadounidense con la capacidad potencial de producir los chips más avanzados, se ha convertido en un jugador clave en esta política de reindustrialización.

A pesar de los desafíos, si Intel logra convencer a Nvidia y Broadcom de que su tecnología es una alternativa viable a TSMC, podría marcar un punto de inflexión en su negocio de fundición. Sin embargo, el camino a la recuperación está lejos de ser sencillo y el tiempo será el factor decisivo en esta apuesta.

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