El cierre de emprendimientos aumentó un 25% en 2024 y se espera que la tendencia continúe este año. Factores como la sobrevaloración, el agotamiento del capital y la falta de ajuste con el mercado están impulsando esta ola de fracasos.

El auge de financiamiento que vivieron las startups en los años pandémicos de 2020 y 2021 está cobrando factura. La facilidad con la que muchas compañías obtuvieron capital, en muchos casos sin una evaluación rigurosa de su viabilidad, ha derivado en una creciente ola de cierres que, según los expertos, se mantendrá en 2025.
Según datos de Carta, en 2024 cerraron 966 startups en EE.UU., un 25,6% más que en 2023. Por su parte, AngelList reportó 364 cierres el año pasado, un salto del 56,2% con respecto al año anterior. Estas cifras reflejan una tendencia que se alinea con el fenómeno de sobreinversión que se produjo en los años posteriores a la pandemia.
"Se financiaron demasiadas compañías con rondas enormes sin una diligencia adecuada", explicó Peter Walker, jefe de análisis en Carta, a Techcrunch. "Ahora, muchas de ellas no pueden levantar más capital y están colapsando".
El frenesí inversor de 2020 y 2021 llevó a muchas startups a recibir fondos a valuaciones desproporcionadas. Esto generó un problema doble:
Expectativas irreales de crecimiento: Los inversionistas esperaban rendimientos rápidos que muchas startups no pudieron cumplir.
Dificultad para obtener más financiamiento: Con valoraciones infladas, las rondas posteriores se volvieron inviables, y muchas startups se quedaron sin capital para operar.
De acuerdo a Dori Yona, CEO de SimpleClosure, una empresa que automatiza procesos de cierre de startups, "el exceso de capital incentivó modelos de negocio insostenibles y un crecimiento a cualquier costo. Cuando el mercado se ajustó, muchas no pudieron adaptarse".
El problema no es exclusivo de una industria. Datos de Carta revelan que los sectores más afectados han sido:
SaaS empresarial (32% de los cierres en 2024).
Consumo masivo (11%).
Salud y tecnología médica (9%).
Fintech (8%).
Biotecnología (7%).
Walker predice que la primera mitad de 2025 seguirá viendo un alto número de cierres, con una estabilización en la segunda parte del año. Este cálculo se basa en la proyección de que muchas startups que recibieron su última gran inversión a principios de 2022 ya habrán agotado sus recursos para 2025.
Por su parte, Yona advierte que “el cementerio de startups seguirá creciendo”, con un alto porcentaje de empresas que agotarán su capital sin posibilidad de reestructurarse. Según su análisis, el 74% de los cierres desde 2023 corresponden a startups en etapas pre-seed y seed, las más vulnerables a la crisis de financiamiento.
El colapso de tantas startups deja varias enseñanzas:
El financiamiento rápido no sustituye un modelo de negocio sólido.
La sobrevaloración puede convertirse en una trampa mortal.
La sostenibilidad financiera es clave para sobrevivir a ciclos de crisis.
Mientras el ecosistema de startups se reajusta a la nueva realidad, 2025 se perfila como otro año desafiante para las compañías que no logren consolidarse. En un entorno donde el dinero fácil ha desaparecido, solo aquellas con fundamentos sólidos y una gestión eficiente del capital podrán evitar el destino de convertirse en las próximas víctimas de la gran purga del sector tech.
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