Transformar sin reemplazar: interoperabilidad como vía de evolución tecnológica
- Redacción IT NOW
- 14 jul
- 2 Min. de lectura
Cómo la interoperabilidad se consolida como el motor silencioso de la transformación: un enfoque que permite integrar infraestructuras diversas, optimizar procesos y alinear la tecnología con la estrategia sin necesidad de reemplazar lo que ya funciona.

Mientras muchas organizaciones en América Latina avanzan en su digitalización, la fragmentación tecnológica sigue siendo una barrera crítica. Sistemas que no se comunican entre sí, datos aislados y procesos redundantes limitan la eficiencia operativa y dificultan la toma de decisiones en tiempo real. En este contexto, la interoperabilidad ha dejado de ser una aspiración técnica para convertirse en una prioridad estratégica.
Según IDC, más del 65 % de las organizaciones habrán adoptado arquitecturas interoperables como pilar de su transformación digital en 2025. En América Latina, donde conviven infraestructuras heredadas con soluciones modernas, este desafío es especialmente relevante. La necesidad de integrar entornos híbridos —on-premise, cloud y aplicaciones distribuidas— exige enfoques flexibles, seguros y escalables.
La interoperabilidad va más allá de conectar sistemas: se trata de construir ecosistemas digitales donde la información fluye de forma estructurada, los procesos se estandarizan y las decisiones se apoyan en datos actualizados. Middleware, iPaaS, gestión de APIs o mensajería empresarial son algunas de las tecnologías que permiten alcanzar este nivel de integración sin comprometer la estabilidad.
SOAINT, consultora tecnológica con presencia en nueve países de América Latina y Europa, ha identificado este reto como uno de los más urgentes en la región. Desde su experiencia en sectores como banca, salud, telecomunicaciones y sector público, impulsa arquitecturas de interoperabilidad que permiten reducir costes, mejorar la experiencia de usuario y aumentar la trazabilidad operativa.
“El principal obstáculo no es técnico, sino organizativo: muchos sistemas funcionan, pero no se entienden entre sí. La interoperabilidad permite orquestar flujos de trabajo complejos, facilitar el acceso a información crítica y acelerar los tiempos de respuesta del negocio”, explica Óscar Otárola, Arquitecto Regional en SOAINT.
El enfoque de SOAINT combina metodologías ágiles, marcos adaptativos y un conocimiento profundo de los entornos corporativos existentes. Esto ha permitido a sus clientes avanzar hacia una integración progresiva, sin necesidad de sustituir sistemas, alineando así la tecnología con los objetivos estratégicos de cada organización.
En una región donde los procesos de transformación digital son dispares, la interoperabilidad se perfila como una palanca para cerrar brechas, escalar capacidades y construir modelos de colaboración más sostenibles. No se trata solo de tecnología, sino de preparar a las organizaciones para una nueva forma de operar: conectada, eficiente y resiliente.




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