Del aula intensiva al desempleo: la crisis de los bootcamps frente a la IA
- Malka Mekler
- 13 ago
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La inteligencia artificial está automatizando tareas de programación, desplazando a recién graduados y favoreciendo a especialistas de alto nivel.
La irrupción de la inteligencia artificial generativa está transformando de manera radical el panorama del desarrollo de software, poniendo en jaque a modelos formativos que hasta hace poco se consideraban vías rápidas hacia empleos bien remunerados. Según Reuters, el auge de herramientas como ChatGPT aceleró uno de los cambios más drásticos en el mercado laboral tecnológico: la reducción masiva de posiciones de entrada para programadores, un segmento históricamente abastecido por egresados de bootcamps de codificación.
Estos programas intensivos, que surgieron en la última década para capacitar en lenguajes como JavaScript o Ruby a profesionales sin formación universitaria en informática, están viendo disminuir drásticamente sus tasas de empleabilidad. Datos del Council on Integrity in Results Reporting revelan que en el bootcamp Codesmith, solo el 37% de los alumnos de su programa a tiempo parcial en 2023 consiguió un puesto técnico a tiempo completo en seis meses, frente al 83% que lo lograba en 2021. “Los bootcamps de codificación ya estaban en declive, pero la IA ha sido el clavo final en el ataúd”, advirtió Allison Baum Gates, socia general en SemperVirens y exejecutiva de General Assembly.
La explicación radica en que la programación es uno de los ámbitos donde la IA muestra mayor precisión, el código funciona o no, lo que facilita su entrenamiento con grandes volúmenes de ejemplos disponibles. Esto permite que modelos de IA generen y depuren código con rapidez, desplazando funciones que antes realizaban desarrolladores junior. Según la firma de capital de riesgo Signalfire, la contratación de recién graduados en tecnología cayó un 50% en 2025 respecto a niveles previos a la pandemia, mientras que Dario Amodei, CEO de Anthropic, estima que la IA podría eliminar la mitad de los empleos administrativos de entrada en los próximos cinco años.
En paralelo, el mercado premia a un grupo reducido de especialistas capaces de diseñar y optimizar estos sistemas. Investigadores de IA con experiencia negocian paquetes de compensación que superan los US$100 millones anuales, en medio de una competencia feroz entre gigantes como Meta y OpenAI. “Las empresas están volviendo al modelo tradicional de reclutamiento en universidades de élite como MIT o Stanford”, señaló Michael Novati, cofundador de Formation Dev, revirtiendo así el espíritu inclusivo que impulsó el nacimiento de los bootcamps.
Frente a este panorama, algunos centros formativos, como Codesmith, adaptan su oferta hacia programas de liderazgo técnico en IA para profesionales con trayectoria, aunque para muchos graduados recientes este giro llega demasiado tarde. La promesa de una vía rápida hacia la ingeniería de software se diluye, mientras la IA redefine no solo quién escribe código, sino también quién logra un puesto para hacerlo.
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