Del ingeniero al algoritmo: el reemplazo laboral en el sector IT
- Malka Mekler
- hace 4 horas
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A mitad de 2025, empresas como Microsoft, Google, Amazon y Meta ya han recortado cerca de 94.000 empleos, no por crisis financiera, sino para acelerar su adopción de IA.

La inteligencia artificial no está llegando al lugar de trabajo: ya está aquí, y está reconfigurando el núcleo operativo de las grandes tecnológicas. Según Final Round AI, cerca de 94.000 trabajadores del sector tecnológico han sido despedidos solo en la primera mitad de 2025. Pero esta no es otra ronda de recortes presupuestarios, sino que es una reingeniería silenciosa de la fuerza laboral para dar paso a una economía guiada por la automatización y los modelos de lenguaje.
Mes a mes, los anuncios evidencian una tendencia estructural. En enero, Microsoft inició el año con recortes en sus divisiones de ventas y gaming. En febrero, Meta eliminó casi 4.000 puestos mientras reorientaba su contratación hacia ingenieros en aprendizaje automático. Salesforce y Workday también redujeron personal, al mismo tiempo que reforzaban sus áreas de desarrollo en IA.
En marzo, CrowdStrike eliminó el 5% de su personal, apoyándose en la eficiencia de sus herramientas automatizadas. Block despidió a casi 1.000 empleados. En abril, Google despidió cientos en su grupo de plataformas, mientras aumentaba inversión en investigación de IA. Intel anunció más de 21.000 recortes y un giro hacia la producción de chips para inteligencia artificial.
Mayo marcó un punto de inflexión. IBM sustituyó 8.000 puestos en recursos humanos con su chatbot interno AskHR; Microsoft eliminó 6.500 puestos ligados a gestión legal y de producto, argumentando que herramientas como GitHub Copilot ya generan hasta el 30% del código nuevo. Amazon advirtió internamente que su plantilla se reducirá con la expansión de agentes de IA. Chegg, por su parte, recortó el 22% de su fuerza laboral ante la migración de estudiantes hacia herramientas gratuitas como ChatGPT.
En junio, Canva eliminó roles de redacción técnica tras adoptar generación automatizada de documentos. Google recortó un cuarto de su equipo de smart TV mientras reforzaba Bard y Gemini. Bumble despidió al 30% de su personal con un giro hacia productos basados en IA. Incluso Disney reconoció que está modernizando procesos con automatización, lo cual impactó sus divisiones de marketing, tecnología y Hulu.
En julio, Microsoft anunció otros 9.000 recortes centrados en gaming y cloud, consolidando más de 15.000 despidos en lo que va del año. TikTok también se suma con recortes inminentes en sus áreas de e-commerce y marketing, según una filtración interna.
Este patrón no está impulsado por crisis financiera, en el caso de Microsoft, por ejemplo, reportó ingresos de US$70.100 millones en el primer trimestre, un 13% más que el año anterior. Y sin embargo, continúa reduciendo personal. La lógica es diferente, las compañías están invirtiendo más en infraestructura de IA, contratando ingenieros especializados y simplificando sus estructuras.
Las funciones más afectadas son claras, desarrollo de software (Microsoft admite que el 40% de sus despidos han sido en este frente), recursos humanos (IBM ya no planea recontratar), soporte al cliente (Chegg lo considera prescindible), redacción y marketing de contenidos (más del 80% de los líderes del sector ya utilizan IA para estos fines), análisis de datos y mandos intermedios.
El cambio también es geográfico. Silicon Valley ha perdido más de 11.000 empleos; solo en Texas, Tesla recortó más de 14.000 puestos; en India, los centros tecnológicos de Bangalore redujeron significativamente su personal de operaciones y atención al cliente.
“Esta será una etapa intensa”, anticipó Mark Zuckerberg, CEO de Meta. Andy Jassy, de Amazon, fue aún más explícito y comentó que “con más IA generativa y agentes, necesitaremos menos personas haciendo lo que hacen hoy”.
Lo que ocurre en 2025 no es una pausa en la contratación. Es una mutación de fondo. Las empresas están demostrando que pueden crecer mientras reducen personal, y no planean revertir esta dinámica. La decisión corporativa ya está tomada. Ahora, es el trabajador quien debe decidir si se adapta, si aprende a usar la IA como aliada o si quedará fuera de esta nueva era tecnológica.