El crecimiento sin empleo: la nueva era productiva impulsada por la inteligencia artificial
- Malka Mekler
- hace 2 horas
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Goldman Sachs advierte que la economía estadounidense podría entrar en una etapa donde la productividad crece, pero la contratación se estanca. La IA se consolida como el principal motor de eficiencia, desplazando la expansión del empleo juvenil.

La economía digital está creciendo más rápido que su capacidad para generar nuevos empleos, un fenómeno que empieza a redefinir la relación entre innovación y trabajo. Según Fortune, los economistas de Goldman Sachs, David Mericle y Pierfrancesco Mei, advierten que Estados Unidos podría estar entrando en una etapa de “crecimiento sin empleo”, impulsada en gran medida por los avances en inteligencia artificial y la automatización de tareas.
El informe señala que, a pesar del sólido crecimiento del PIB, la creación de puestos laborales se desacelero, especialmente entre los trabajadores jóvenes y recién graduados. Este comportamiento refleja un cambio estructural, donde la productividad impulsada por la IA está reemplazando la necesidad de expandir las plantillas. Las empresas, en lugar de contratar más personal, están priorizando el uso de tecnologías para optimizar operaciones y reducir costos.
De acuerdo con los economistas, gran parte del crecimiento futuro provendrá del aumento de la productividad derivado de la inteligencia artificial, mientras que la contribución del trabajo humano será cada vez menor debido al envejecimiento poblacional y la menor inmigración. El resultado es un mercado laboral más eficiente, pero también más cerrado para las nuevas generaciones, que enfrentan mayores dificultades para ingresar a la economía digital.
La evidencia apunta a una tendencia clara, en la cual los sectores más intensivos en tecnología están experimentando un estancamiento en la contratación. Los datos recopilados por Goldman Sachs muestran que casi todas las industrias, excepto la salud, presentan cifras de empleo débiles o negativas, a pesar de un entorno macroeconómico estable. Paralelamente, las menciones simultáneas de “IA” y “empleo” en las conferencias con inversionistas han alcanzado máximos históricos, lo que confirma la creciente atención de los líderes empresariales en la automatización como estrategia de eficiencia.
Mericle y Mei sostienen que este escenario podría consolidarse como la “nueva normalidad”. La adopción masiva de sistemas inteligentes está generando una brecha entre productividad y empleo que podría prolongarse en los próximos años. Aunque descartan un desempleo masivo, advierten que la creación de oportunidades laborales será más lenta, especialmente en los sectores más expuestos a la automatización.
El estudio también plantea una advertencia de largo plazo, los efectos completos de la IA sobre el empleo podrían manifestarse con mayor fuerza durante la próxima recesión. Históricamente, las crisis económicas aceleran los procesos de reestructuración, y las compañías suelen aprovecharlas para reducir personal en áreas menos productivas. Esa dinámica ya se observó tras la burbuja tecnológica de inicios de siglo, cuando el crecimiento del PIB se recuperó mucho antes que el empleo.
Para los economistas de Goldman Sachs, el actual “mercado de baja contratación y baja rotación” descrito por el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, representa tanto un desafío como una señal de transición hacia un nuevo modelo económico. La inteligencia artificial no solo redefine la productividad, sino también el equilibrio entre trabajo y tecnología, inaugurando una era en la que el crecimiento no necesariamente significará más empleo.
